Podemos no se cierra puertas cuando fracase el PSOE

Ander Azpiroz | Madrid

«Que Pedro Sánchez se pegue primero la torta y luego ya veremos porque en dos meses hasta que se convoquen de nuevo las elecciones pueden suceder muchas cosas». Esta frase pronunciada por uno de los principales dirigentes de Podemos evidencia dos aspectos clave. Por un lado deja claro que, salvo sorpresa mayúscula, los 65 diputados de la formación de Pablo Iglesias y sus confluencias no permitirán con su abstención la formación de un ejecutivo del PSOE apoyado por Ciudadanos. Por el otro, anuncia que, aunque Podemos insista en que su única hoja de ruta pasa por una coalición entre las fuerzas de izquierda, allá por finales de abril la formación podría abrirse a otras propuestas de gobierno. En línea con lo expresado por el dirigente del partido morado, el politólogo Pablo Simón, valora que «a día de hoy lo único que parece seguro es que Podemos votará en contra de Pedro Sánchez la próxima semana y a partir de entonces se abrirá un escenario nuevo». «El intento fallido de Sánchez —añade Simón— supondrá el fin del primero acto, no el de la función».

A la espera

A lo largo de los últimos días los dirigentes de Podemos han insistido tanto en el no a la investidura como en que a la mañana siguiente del fracaso su equipo negociador estará sentado en la mesa a cuatro a la espera de la llegada de los representantes del PSOE. Pero si los socialistas se mantienen en sus trece y el pacto no fragua, Podemos deberá elegir entre las dos únicas opciones posibles. La repetición de las elecciones o la abstención ante un nuevo intento de Sánchez de alcanzar la Moncloa en tándem con Albert Rivera.

Desde su nacimiento hace dos años Podemos mantiene que las encuesta hay que tomarlas con cautela porque una y otra vez han infravalorado sus apoyos.

Nadie duda, sin embargo, de que en las decisiones en los meses próximos meses adopten Iglesias y los suyos estará muy presente una intención de voto que en los últimos sondeos va a la baja. Unos nuevos comicios supondrían una segunda oportunidad para dar el ‘sorpasso’ al PSOE, del que Podemos se quedó a tan sólo 340.000 sufragios el 20 de diciembre. De lograrlo, Iglesias podría reclamar para sí la Presidencia del Gobierno que ahora concede a Sánchez por haber sido más votado. No obstante, señala Simón, «Podemos corre el peligro de no superar a los socialistas e incluso perder votos, con lo que en el futuro tendrá una posición más débil para negociar».

En este sentido el politólogo opina que la formación morada afronta dos serios problemas de cara a una segunda convocatoria a las urnas. El primero de ellos es que no está claro que pueda repetir la fórmula de sus confluencias en Cataluña, Galicia y Comunidad Valenciana. Lo pone de manifiesto el hecho de que a las primeras de cambio Compromís ya se desligase del acuerdo preelectoral y optase por inscribirse en el grupo mixto del Congreso. La segunda circunstancia que puede afectar a las expectativas de Podemos radica en que parte de su electorado no comprenda que no se haya apeado al PP del poder.