Diario de León

Rajoy ridiculiza a Sánchez y eleva los alicaídos ánimos del PP

El presidente califica de «bluf» la estrategia del PSOE en el debate.

El presidente en funciones, Mariano Rajoy, durante su intervención en el Congreso. CHEMA MOYA

El presidente en funciones, Mariano Rajoy, durante su intervención en el Congreso. CHEMA MOYA

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

nuria vega | madrid

Mariano Rajoy ejerció ayer de jefe de la oposición frente al PSOE y de ‘coach’ en sus propias filas. Las huestes alicaídas del PP aplaudieron a rabiar el discurso del presidente en funciones y en esa clave debió entenderse la socarronería del líder de los populares y su puesta en escena. En 40 minutos tasados, Rajoy sacó toda su artillería para ridiculizar a Pedro Sánchez y denunciar el «bluf», el «fraude» y la «impostura» de una estrategia que ha llevado al PSOE a un pleno de investidura fallido. «Se lo voy a explicar con tanta claridad que hasta ustedes me van a entender», menospreció una y otra vez a los socialistas mientras en su bancada celebraban haber podido «cantar las cuarenta» al candidato.

Si a partir del viernes Sánchez fracasa y el PP desea negociar tanto con el PSOE como con Ciudadanos, el sábado será otro día y ya se verá cómo restablecer los puentes volados. En el equipo de Rajoy llaman a «no merendar la cena». Cada momento tiene su afán y ayer tocaba dejar al descubierto «el paripé de los socialistas». «Sánchez fue muy duro con él», justificaban fuentes populares satisfechas con el papel cumplido, pese a haber escenificado las dificultades para desbloquear la formación de Gobierno.

No se ahorraron reproches para el líder del PSOE, especialmente por la firma de un pacto de legislatura con Albert Rivera que resulta insuficiente para gobernar y que, según el presidente, en tono irónico, se estudiará «en las escuelas». «Se ha presentado sin el menor sentido del ridículo con una escenografía que nos hacía pensar que estábamos ante una página histórica de dimensiones sólo comparables al pacto de los Toros de Guisando», se burló Rajoy, mientras en su entorno no ocultaban el malestar con Ciudadanos, antaño socio potencial del PP y, siempre, adversario directo.

Los populares no olvidan que Rivera se ha nutrido en buena parte de su electorado desencantado. Por eso no desaprovechan cualquier oportunidad para señalar a los votantes que Ciudadanos está dispuesto a llevar a un socialista a La Moncloa. «Haga presidente a Sánchez si quiere que se suban los impuestos y se supriman las diputaciones, pero no me obligue a mí», le espetó Rajoy.

El candidato del PSOE afirmó «usted no fracasó en el intento de formar Gobierno, sino que renunció a formar Gobierno, ese es su fracaso». Hoy por hoy es el talón de Aquiles de Rajoy. Su rechazo al ofrecimiento de Felipe VI le costó el 22 de enero la incomprensión de una parte del PP, molesta por la imagen de inacción proyectada desde La Moncloa. Pero el jefe del Ejecutivo ha ensayado en el último mes su defensa. «No engañé a nadie -incidió-, ni al rey ni a esta Cámara ni al conjunto de los españoles». Sin el PSOE no había coalición posible y, a su entender, el bloqueo político tiene un nombre propio, Pedro Sánchez.

tracking