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a la espera del nuevo gobierno

Rajoy se abre a una reunión con Sánchez y Rivera

El presidente considera aun así «un fraude» que ambos se presenten como primera fuerza.

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. H. WAGNER

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León

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nuria vega | madrid

Mariano Rajoy presidirá hoy la reunión del comité de dirección del PP en la que concretará la estrategia a seguir tras el fracaso del PSOE en el pleno de investidura. Con el ánimo de recuperar la iniciativa y contrarrestar la imagen de inacción transmitida desde el 20-D, el presidente telefoneará esta misma semana a Pedro Sánchez y no cierra la puerta a una reunión a tres bandas, si es lo que plantean los socialistas y Ciudadanos. «Si quiere venir con el señor Rivera -especificó ayer en referencia a Sánchez-, como si quiere venir con el portavoz parlamentario del PSOE, que venga con quien quiera, pero yo creo que una primera conversación privada a dos sería mejor».

Lo que censura el jefe del Ejecutivo en funciones es que ambos partidos estén tratando de presentar su suma de 130 escaños como si fueran la primera fuerza política del país, cuando han sido «derrotados» en las Cortes. «Eso es lisa y llanamente un fraude -arremetió Rajoy en una entrevista en la Cadena Cope-, o a lo mejor si hay convocatoria electoral, PSOE y Ciudadanos van juntos a las elecciones».

Gran coalición

El PP no tiene aún la garantía de que ese encuentro se vaya a producir, pero algunas voces populares valoran que ofrecer la imagen de los tres partidos sentados en torno a la misma mesa, no tendría por qué suponer un problema para ellos. Rajoy no ha renunciado a una gran coalición para poder mantener el Gobierno, pero si eso no fuera posible, lo fundamental, aseguran, es trasladar a la opinión pública que se va a los encuentros «sin condicionamientos previos» y con «voluntad de acuerdo». De ahí que, según fuentes del Gobierno, no vayan a plantear inconvenientes a que la cita pueda tener lugar en el Congreso, en lugar de en La Moncloa.

El terreno inédito en el que se adentran las fuerzas políticas sitúa a cada candidato en el papel de intentar fraguar un pacto y construir al mismo tiempo su relato de precampaña por lo que pueda ocurrir. De ahí que el presidente del Gobierno combine sus mensajes de mano tendida con la crítica a sus adversarios. Por un lado, tratará de magnificar cualquier desplante que reciba de Sánchez. Y, por otro, situar a Rivera como si fuera un integrante más del PSOE, pese a nutrirse del electorado del PP.

Esos son los votos que Rajoy, tal y como reconoció ayer abiertamente, tratará de «recuperar». «Es verdad que ha habido personas que han pasado de dar su voto al PP a dárselo a Ciudadanos, pero lo que hay que preguntar es si esas personas pensaban que su voto iba a ser utilizado para hacer presidente del Gobierno al candidato del PSOE», comenzó su campaña.

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