El PSOE no irá a la reunión a cuatro de la izquierda y busca el apoyo de Podemos
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. PACO CAMPOS
Si el sábado fue Mariano Rajoy el que pidió a Pedro Sánchez que dejara de hacer de «perro del hortelano» y le permitiera gobernar, ayer fue el secretario general del PSOE el que reclamó lo mismo al presidente en funciones y que ante la imposibilidad del PP de construir una mayoría, permita un Ejecutivo de los socialistas y Ciudadanos porque tiene un respaldo mayor que el suyo.
Pero es una reclamación que no va a ninguna parte porque los populares en ningún caso se van a abstener en una hipotética segunda investidura. «No he ganado las elecciones para que gobierne Sánchez», suele decir Rajoy.
El secretario general del PSOE, por lo demás, ratificó la robustez de su alianza con Ciudadanos y garantizó que él y Albert Rivera van a «ir juntos a todas las negociaciones y reuniones». Sánchez confió en que Podemos levante su veto al partido naranja ya que de no hacerlo tampoco podrán dialogar con el PSOE y el bloqueo será inevitable.
El líder socialista señaló que su partido no va a acudir a la reunión a cuatro de las fuerzas de izquierda convocada para mañana porque la alianza de PSOE, Podemos, Compromís e IU, 161 diputados, no suma para formar gobierno. Sánchez quiere mantener reuniones bilaterales con cada uno de los partidos que forman parte de esa mesa negociadora para intentar sumar sus eventuales apoyos al acuerdo que ya tiene con Ciudadanos.
Pero sobre todo busca el respaldo de Podemos, cuyos 65 diputados son la llave, ya sea en forma de voto a favor o de abstención, para superar una nueva investidura. Por eso volvió a reclamar a Iglesias que «sea valiente, dé un paso al frente y diga sí al cambio». Si no quiere adoptar esa postura, Sánchez reclamó al secretario general de Podemos que «no bloquee» el cambio.
El secretario general del PSOE se encuentra con dos callejones sin salida a ambos lados del espectro parlamentario. Tanto populares como Podemos tienen votos suficientes para volver a frustrar una investidura. Sánchez da por imposible que el PP cambie, aunque no quiso dar su opinión de lo que podría pasar si Rajoy da un paso al costado. Confía, sin embargo, en que el partido que lidera Iglesias en algún momento revise su negativa a secundar a los socialistas.