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Congreso y Gobierno: hacia un choque institucional

El Gabinete de Rajoy se niega a someterse al control y alega que aún está en funciones.

López, en la rueda de prensa que ofreció ayer. SERGIO BARRENECHEA

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León

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A. Torices | Madrid

El Congreso y el Gobierno se encaminan a un grave conflicto institucional, inédito en la actual etapa democrática. La Cámara baja quiere comenzar a ejercer ya el control sobre el Ejecutivo, mediante preguntas, interpelaciones y comparecencias de su presidente y ministros, y el Gabinete de Mariano Rajoy se niega a permitirlo por estar en funciones. Si el Ejecutivo no da en los próximos días su brazo a torcer, la mayoría de los grupos parlamentarios tiene la intención de acudir al Tribunal Constitucional para que obligue a los miembros del Gabinete a rendir cuentas ante los diputados.

El Congreso, a través de una carta de su presidente, Patxi López, pidió ayer oficialmente al Gobierno que «reconsidere» su negativa a que Rajoy y sus ministros se sometan al control de la cámara. La carta, que va dirigida a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, va a ser contestada de forma negativa en pocas horas, según adelantó el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón.

Ayllón avanzó que el Gabinete se ratificará en su criterio, basado en informes jurídicos, de que el actual Gobierno fue elegido por el Congreso de la legislatura anterior y que, en consecuencia, no tiene la confianza política del presente. Por ese motivo, creen, está incapacitado por ley para adoptar decisiones políticas mientras esté en funciones —solo puede hacer un trabajo de gestión administrativa— y , por idéntica razón, tampoco puede ser controlado por el actual Parlamento. Patxi López, por su parte, explicó que la mayoría del Congreso, todos los partidos salvo el PP, también apoyados en un estudio de los letrados de la cámara, piensan exactamente lo contrario y que van a actuar en consecuencia. De hecho, los grupos van a mantener vigentes las comparecencias ya aprobadas de miembros del Ejecutivo, como la cita en comisión este jueves del ministro de Defensa, aprobar otras nuevas —una comparecencia urgente de Rajoy en el pleno para informar sobre la cumbre europea del 17 y 18 de marzo—, y van a convocar, justo después de Semana Santa, un pleno ordinario de la cámara con sesión de control, que incluirá preguntas e interpelaciones al presidente y a sus ministros.

Gabinete «en rebeldía»

El PSOE adelantó ayer que si el Gobierno ignora las citaciones de comparecencia del Congreso —empezando por la de Pedro Morenés del jueves— y rechaza someterse a la sesión de control entenderán que se ha declarado «en rebeldía» y pedirán al pleno del Congreso que apruebe la interposición de un «conflicto de atribuciones» ante el Tribunal Constitucional, para que la corte obligue al Gobierno a someterse a la fiscalización del Parlamento. La propuesta socialista ante el pleno tiene todas las opciones de salir adelante porque estaría apoyada a día de hoy por todos los partidos a excepción del PP.

La previsión de los socialistas es presentar en la Junta de Portavoces del próximo martes el escrito por el que se denuncia que el Gobierno está violando las atribuciones constitucionales del Congreso y se le conmina a rectificar.