«Soy profesional como vosotros, por favor, respeto a mi libertad»
Como una estrella de cine, pero de las buenas, Rita Barberá llegó al pleno del Senado rodeada de un enjambre de cámaras y micrófonos que a duras penas permitía que la ex alcaldesa de Valencia diera un paso. «Soy profesional como vosotros, por favor, respeto a mi libertad», pudo articular en referencia a que es licenciada en periodismo y tuvo un fugaz paso por los medios de comunicación en su lejana juventud.
«No me quiero esconder», clamó en medio del acoso informativo y a fe que lo consiguió. Todo el que estaba en el Senado poco antes de las cuatro de la tarde se enteró de que un terremoto remecía la antigua sede del Consejo Nacional del Movimiento. La que fuera regidora de Valencia entre 1991 y 2015 fue recibida con división de opiniones por sus compañeros de escaño. Había quien estaba satisfecho con sus explicaciones matutinas y había quien estaba abochornado por las mismas. Ella, desde luego, estaba «fenomenal» y se sentía «muy querida» y respaldada por el PP. Barberá llegó a la Cámara alta poco antes de las tres de la tarde en un taxi y se dirigió al comedor. Ya dentro del hemiciclo, algunos compañeros de partidos se acercaron a besarla y a charlar. Otros la miraban impasibles desde el escaño.