El Gobierno desoye 50 peticiones de comparecencia
Los grupos reclaman explicaciones e información a Rajoy y a todos los ministros.
A. Torices | Madrid
Todos los grupos políticos del Congreso salvo el PP han decidido denunciar al Gobierno ante el Tribunal Constitucional por el hecho inédito en democracia de que el Ejecutivo se niegue a que sus miembros se sometan al control y a dar cuentas de su gestión ante los representantes del poder legislativo por estar en funciones.
La indignación de los diputados, que consideran que Mariano Rajoy y su equipo violan las atribuciones constitucionales de la Cámara Baja, que piensan que se han convertido en un Ejecutivo «en rebeldía» y «descontrolado», está sustentada también en cifras.
En los poco más de dos meses transcurridos desde la constitución del Congreso de la undécima legislatura, el Gobierno tiene congeladas hasta ahora, y sin intención alguna de atender, 50 comparecencias de miembros del Ejecutivo, tanto ante el pleno como en comisión, reclamadas por más de una decena de grupos y partidos, los que representan los dos tercios del hemiciclo.
A la espera
Los diputados están a la espera de recibir en la Cámara baja las explicaciones e información directas del propio presidente en funciones y de doce de sus ministros, todos los del Gabinete con la única excepción de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para la que no hay solicitud alguna.
El no al Congreso que más indignación provoca es el de Rajoy. Se negó a acudir al pleno para debatir con los diputados la posición que iba a llevar España a la cumbre europea del 17 y 18 de marzo en Bruselas, la que debía dar una solución a la crisis de los refugiados, y también se prevé que se negará a hacerlo a partir del martes próximo, cuando la absoluta mayoría de la cámara, en la Junta de Portavoces, vuelva a reclamar su presencia en el pleno para que explique los resultados del Consejo Europeo y su adecuación a los compromisos cerrados con los partidos. Todos temen que, como mucho, vuelva a mandar a la comisión de la UE al secretario de Estado del ramo, para dar explicaciones desde un perfil «administrativo» pese a ser un tema de calado y político.
Tras el presidente, la ministra más solicitada con diferencia es la titular de Fomento, Ana Pastor, a la que los diputados aspiran escuchar e interrogar sobre una decena de asuntos, y que, además, puede convertirse en el segundo miembro del Consejo de Ministros que da plantón efectivo al Congreso y deja su silla vacía.