El busca del espacio político cedido a Ciudadanos
Hubo un tiempo en el que el PP confió en ganar las elecciones y conservar el sillón presidencial con el apoyo de Ciudadanos. En aquella etapa preelectoral, los populares veían aún en el partido de Albert Rivera un socio potencial y fiable con el que compartir muchos de los planteamientos políticos. El bloqueo tras los resultados del 20-D, el pacto de la formación de centro con los socialistas y la sospecha de unos nuevos comicios generales, han llevado, sin embargo, a Mariano Rajoy lejos de quien a día de hoy es su adversario directo en la disputa por el mismo espacio electoral.
El presidente en funciones ha pasado de ofrecer un acuerdo de legislatura a PSOE y Ciudadanos a considerar irrelevante que Rivera se sume o no. Hasta el punto de que la cúpula de los populares llegó a emitir esta semana un comunicado para negar haber ofrecido una vicepresidencia al partido centrista. Es más, fuentes del PP lamentan haber situado al rival a su «mismo nivel», concediéndole una publicidad gratuita. «Eso se ha terminado», advierten en la dirección del partido, que apuesta por «ningunear» a Ciudadanos.
Los populares confían ahora en que el acuerdo con el PSOE termine por pasarle factura a Rivera entre el electorado de centro-derecha. Y aunque admiten que insistir en ello difícilmente será suficiente para que el PP recupere a sus votantes fugados, no están dispuestos a titubear ante quien ha pedido abiertamente la cabeza de Rajoy .