Besteiro olvida en su querella a la juez que le investiga indicios clave contra él

mateo balín | madrid

La semana de pasión de José Ramón Gómez Besteiro comenzó antes de Semana Santa. El ex secretario general del Partido Socialista de Galicia conoció el 11 de marzo que un juzgado de Lugo le imputaba ocho delitos por la supuesta gestión fraudulenta de fondos de la Diputación de Lugo en su etapa como presidente (2007-2015). La noticia cayó como una bomba en el seno del socialismo gallego.

Pero su onda expansiva tuvo réplica en la calle Ferraz de Madrid, donde se ubica la sede nacional del PSOE. En plena negociación para formar Gobierno, Gómez Besteiro, fiel seguidor de Pedro Sánchez, anunció un día después que no iba a concurrir como candidato a las elecciones autonómicas de otoño. Un gesto insuficiente para parte de su partido, entre ellos el sector de Susana Díaz. Una circunstancia que le obligó a abandonar la secretaria general el 18 de marzo.

Políticamente, el auto de la juez Pilar de Lara, la instructora que tiene en sus manos algunas de las investigaciones más complejas sobre la corrupción en Galicia, enseñó a Gómez Besteiro la puerta de salida. Un mal trago para alguien que llegó a ser concejal de Lugo, su ciudad natal, con sólo 31 años y que fue ocupando puestos de responsabilidad institucional hasta los 48 actuales. Como si se tratara de un león herido, el ángel caído del socialismo gallego se levantó como un resorte tres días después, el 21 de marzo, y su abogado Javier Sánchez-Vera, del despacho madrileño Oliva y Ayala, presentó una querella contra la magistrada. Le acusó de un delito de prevaricación judicial, penado con multa e inhabilitación. Alegó que el auto judicial estaba repleto de «falsas imputaciones» con el único objetivo de causarle un «enorme daño mediático y reputacional» a su cliente.

Señaló en su querella dirigida a la sala civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, que su «resolución injusta de imputación, de propósito -por flagrante y obvio-, probablemente tenía la finalidad de obtener una repercusión mediática del asunto (.) o simplemente vejar a Gómez Besteiro en una suerte de castigo anticipado». Asimismo, criticó que la juez investigue al político «como presunto autor» de unos hechos (gastos en viajes y otros dispendios) «en los que no era presidente de la Diputación de Lugo ni ostentaba cargo alguno en la misma».

Sin embargo, los 36 folios de la querella del dimitido Gómez Besteiro obvia muchos otros datos contenidos en el auto de imputación y en el mismo sumario.

En su querella, Gómez Besteiro parece entender que el único delito que se le imputa es el de malversación por el citado gasto en viajes. Pero no es el único. Hay siete más (cohecho, tráfico de influencias...) y se investigan diversas partidas de gastos sociales en su etapa. Ahora será la Fiscalía Superior de Galicia quien debe pronunciarse sobre la admisión o el rechazo de una querella coja.