Las bases del PP ponen en marcha movimientos para la renovación
La Red Floridablanca trata de canalizar el hartazgo de la militancia y pide un congreso abierto.
Surgen movimientos que piden la retirada de Rajoy. J. MANUEL VIDAL
nuria vega | madrid
Puede que el tiempo transcurrido desde el 20 de diciembre no haya sido para el PP tan yermo como parece. En todos los niveles del partido, multitud de dirigentes han tenido la oportunidad de constatar que el proyecto de Mariano Rajoy está «agotado» y que la renovación postergada es vital para la supervivencia del partido. El estancamiento y la parálisis de los populares, que lamentan haber «desaparecido» de la vida política, ha terminado por impulsar aún pequeños, pero sintomáticos movimientos en las bases del PP. Es en ese ámbito en el que se reclama a los cargos con voz y voto romper la inercia y recuperar el pulso.
Lentamente, como acostumbra a ocurrir en una formación construida sobre una férrea disciplina, el hartazgo ante el inmovilismo del equipo del presidente se ha filtrado de los cuadros medios, que trasladan su malestar a la cúpula en las juntas directivas convocadas por toda España, a los afiliados y simpatizantes. En el PP asumen que una militancia desmotivada no es un buen punto de partida para afrontar otros comicios generales.
Las primeras señales del decaimiento de las bases no sólo se evidenciaron a través de un retroceso en el número de papeletas en las urnas. Durante la campaña, dirigentes territoriales del partido señalaban impotentes las gradas en los actos electorales. «Los hijos del PP llenan los mítines de Ciudadanos», diagnosticaban entonces.
En este marco, jóvenes que rondan los 30 años, algunos con afiliación y otros sin ella, se han propuesto desde una modesta plataforma conservadora denominada Red Floridablanca promover el debate sobre la necesidad de más democracia interna y esta semana comenzarán a recoger firmas para la convocatoria inmediata de un congreso abierto que revise el proyecto y los cargos orgánicos del PP. Un cónclave, que denuncian, debió ser convocado, según los estatutos de la formación, hace un año y que daría «legitimidad» al próximo equipo rector.
Fuentes del entorno de Rajoy reconocen que entre los errores cometidos, el retraso del congreso puede ser uno de los que más se lamenten en el futuro. Pero aún así, como ha establecido el presidente, no habrá cónclave hasta que se resuelva la formación del Gobierno, y tanto en La Moncloa como en la sede de la calle Génova se esfuerzan por restar credibilidad a Floridablanca.