PP y C’s temen que Sánchez e Iglesias pacten sobre Cataluña
Los populares ven «desesperado» y dispuesto a todo al líder PSOE.
La vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular, Andrea Levy. JUAN CARLOS HIDALGO
r. gorriarán | madrid
El PP y Ciudadanos tienen la mosca detrás de la oreja y sospechan, pese a los desmentidos, que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias negocian por debajo de la mesa y mediante personas interpuestas el referéndum de autodeterminación en Cataluña. Los populares ven al líder del PSOE «desesperado» y creen que está dispuesto a aceptar todo con tal de ser el próximo presidente del Gobierno.
Los contactos entre el primer secretario del PSC y el portavoz de En Comú Podem, las palabras de Íñigo Errejón de que el referéndum no es «un tótem» intocable y la disposición expresada por Sánchez a «ceder» ante Podemos han encendido las alarmas en el PP y en Ciudadanos. Ambos partidos barruntan que la línea roja que tenían los socialistas sobre el referéndum secesionista en Cataluña ha pasado a ser línea rosa, y que Miquel Iceta negocia con Xavier Domènech una fórmula a medio plazo que satisfaga a ambas partes. No creen que el PSOE llegue a asumir la votación soberanista, pero no les extrañaría que se ponga de acuerdo con aliados catalanes de Podemos para poner en marcha un proceso de consulta bajo un hipotético Gobierno presidido por Sánchez.
La vicesecretaria de Programas del PP, Andrea Levy, acusó ayer al líder socialista de negociar un «referéndum emboscado» porque sólo así se explica que encargue a Iceta que llegue a un arreglo con el portavoz de En Comú Podem. «Si la posición ante el referéndum separatista (en Cataluña) es no, es un no sin vuelta de hoja», agregaron fuentes de la dirección popular. Levy consideró «de lo más preocupante» que el primer secretario del PSC busque puntos de encuentro con Domènech en reuniones secretas. «Que lo pongan todo encima de la mesa», exigió la también diputada en el Parlamento de Cataluña tras la reunión del comité de dirección del PP.
El último cartucho
El análisis que se maneja en el PP es que Sánchez sólo tiene el cartucho de Podemos para ser presidente del Gobierno y va a dispararlo. El problema que tiene es que si alcanza un acuerdo con el partido de Iglesias luego necesita la cooperación de los diputados independentistas en el Congreso para conseguir la investidura. Algo a lo que, según dice, no está dispuesto porque la gobernabilidad de España no puede depender de las fuerzas soberanistas de Cataluña.
Pero el PP teme que las palabras se las lleve el viento. El propio Mariano Rajoy comentó en un programa de la Sexta el domingo por la noche que aunque es «difícil» es posible el pacto del PSOE con Podemos y la colaboración de Esquerra, Convergencia, PNV e IU. «Eso suma, lo que pasa -advirtió- es que convierte a España en un país absolutamente ingobernable». En La Moncloa, pese a los elementos en contra que tiene esa fórmula, ven a Sánchez dispuesto a intentarlo, y en esa operación el acuerdo sobre el referéndum en Cataluña es una piedra angular.
«Vuelta a las andadas»
El temor también se ha extendido a Ciudadanos, hasta ahora el único socio de los socialistas, con los que firmó un acuerdo de gobierno el 24 de febrero. Su portavoz en el Parlamento catalán, Inés Arrimadas, también ve factible que Sánchez dé «un giro» y «vuelva a las andadas» de coquetear con el independentismo, como hizo el PSC hasta la llegada de Iceta hace sólo dos años. Recordó que su antecesor al frente de los socialistas catalanes, Pere Navarro, defendía la celebración de la consulta de autodeterminación aunque fuera para votar no a la ruptura con España. Una posición que ahora defiende Podemos y que justifica con el referente histórico del PSC hasta 2014. No sería de extrañar, por tanto, otro «viraje ideológico», puntualizó Arrimadas en un desayuno informativo.
De ser así, Ciudadanos, según ha dicho en reiteradas ocasiones su presidente, Albert Rivera, rompería su acuerdo con los socialistas. Fuentes cercanas a Rivera, no obstante, fueron menos dramáticas que la portavoz en el Parlamento catalán y no comparten el temor a que los socialistas vayan a pactar un referéndum con los socios catalanes de Podemos. Otra cosa será, afirman, que el PSC defienda una opción intermedia, como la vía canadiense con una ley de claridad que establezca las condiciones para la segregación de un territorio y con la que Ciudadanos tampoco está de acuerdo.