Rajoy reitera su oferta al PSOE para formar una «gran coalición»
Tras el fracaso del pacto a tres entre el PSOE, Podemos y Ciudadanos, el PP cree que ha llegado el momento de que su discurso se imponga. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, emplazó ayer en Barcelona a los socialistas a formar un ejecutivo «sensato y estable», presidido por él, que «no ponga en riesgo la recuperación de la economía», que tenga una mayoría sólida, genere confianza y haga frente al desafío independentista. «Es la única opción viable», afirmó en un acto de partido, que buscaba el marco para reiterar a Pedro Sánchez y también a Ciudadanos la misma oferta de gran coalición que lanzó el 21 de diciembre, un día después de las elecciones generales.
Una vez que los socialistas han dado por rotas las negociaciones con Podemos y cuando en el PSOE ya ven alejarse la única oportunidad que tenían de recuperar la presidencia del Gobierno, el nuevo escenario político vuelve a situar a Rajoy en el centro del tablero. «Seguiremos dando la batalla», afirmó el presidente del Gobierno ante la plana mayor de su partido y del Gobierno. El mensaje, muy aplaudido por la parroquia popular, tenía diferentes destinatarios, pero también puede leerse en clave interna como la constatación de que no renuncia a ser candidato, como hizo Artur Mas, ni ahora para facilitar un Ejecutivo, ni si hay elecciones. «No tengo intención, de momento, en nombrar heredero», dijo este mismo miércoles en el Congreso a Albert Rivera.
Después de tres meses mirando desde la barrera el intento del PSOE de formar Gobierno con Podemos y Ciudadanos —han «convertido la política en un espectáculo», recriminó—, Rajoy da un paso al frente, aunque los suyos ya presuponen que no hay nada que hacer e incluso contemplan la repetición electoral como una oportunidad de ganar con mayor claridad.
Aún así, el PP propone un Ejecutivo sobre la base de cinco objetivos: crecimiento económico y empleo, mantenimiento del estado de bienestar, defensa de la unidad de España, defensa de las libertades y derechos y lucha contra la corrupción.
El líder del PP dejó entrever, de hecho, cuál es su fe en un pacto, pues señaló que los actos que viene celebrando en las últimas semanas, como el de este sábado en Barcelona, deben servir para fijar los fundamentos del acuerdo con los socialistas, pero también para «sentar las bases del programa» popular para los eventuales comicios del 26-J.