Rajoy no desiste y confía en una convergencia futura con el PSOE

Una idea ronda la cabeza de Mariano Rajoy desde incluso antes del 20 de diciembre, pactar una coalición con el PSOE para gobernar cuatro años más. Ese es el planteamiento que defendían en su entorno en plena campaña electoral, a sabiendas de que las urnas no iban a conceder al PP el privilegio de necesitar sólo los votos de Ciudadanos, y, cuatro meses después, el presidente del Gobierno en funciones sostiene que sigue siendo la fórmula «más razonable». Pero el obstáculo, el rechazo de Pedro Sánchez a negociar, también permanece inalterable. «Eso hay que corregirlo para el futuro porque es el abc de la democracia», concluyó ayer el líder de los populares.

Si la interlocución, rota desde el principio, no fue posible tras el 20-D, el jefe del Ejecutivo confía, sin más, en que lo sea tras los nuevos comicios. «Estamos en el siglo XXI, no es normal que dos grandes fuerzas políticas no dialoguen», analizó antes de declararse «realista-optimista» sobre la posibilidad de lograr articular en el futuro un Gobierno «estable».

Pero, hoy por hoy, los dos primeros partidos tienen rotos sus puentes. En el círculo del presidente se deslizaba incluso antes de los pasados comicios la dificultad de pactar con el actual secretario general de los socialistas y se especulaba con que el camino podría allanarse con otro dirigente, como Susana Díaz, al frente de la formación. Pero si esa es la esperanza en las filas populares, Rajoy no quiso aclararlo ayer: «Yo no voy a inmiscuirme en el líder del PSOE».