Rajoy desdeña aclarar la política de pactos pese a la presión de C's y Podemos
El PSOE deja claro que Sánchez no volverá a ir a un debate con Sáenz de Santamaría
Mariano Rajoy se ha ido este jueves a la Alcarria a lanzar mensajes de una precampaña que, aunque al final sea más austera que la anterior, promete ser igual de intensa. El líder del PP aseguró que la economía volverá a ser el eje central de sus discursos y, después de que se le haya afeado durante los últimos meses su poca actividad en pro de llegar a pactos, insistió en que él no piensa aclarar su política de acuerdos antes del 26-J. “Yo voy a hacer mi campaña, y eso de salir al paso de lo que otros dicen se acabó”, declaró en Guadalajara. Tanto Podemos como Ciudadanos defienden que las formaciones políticas aclaren en estas semanas con quién pactarían o no si fuera necesario hacerlo para formar gobierno, para que el votante pueda ejercer su derecho con conocimiento de causa.
El presidente de los populares se desplazó hasta una empresa multinacional alemana en un polígono de la ciudad manchega para lanzar un mensaje de optimismo sobre el futuro económico de España y comprometerse a, si es reelegido presidente, lograr que 20 millones de españoles tengan trabajo en el 2019. “La creación de empleo es la gran necesidad nacional”, dijo en medio de una planta en la que se fabrican materiales flexibles para la automoción. Después, en una conversación informal con los periodistas, es cuando se le planteó si piensa aclarar sus estrategias tras el 26-J y Rajoy se negó. “Yo solo quiero pactar con los españoles”, soltó en varias ocasiones, desdeñando las propuestas de Podemos y Ciudadanos de aclarar las posiciones antes de la jornada de votación.
LOS ATAQUES
El PP quiere tener las manos libres para poder atacar al resto de formaciones durante el mes y medio que queda hasta llegar a las urnas. Lo demostraron a lo largo del jueves varios dirigentes populares que cargaron contra Albert Rivera por haber ayudado al PSOE a reconquistar la alcaldía de Granada tras la dimisión del conservador José Torres Hurtado por su presunta implicación en una trama de corrupción.
Las críticas contra Rivera fueron duras y eso que ya hay algunas voces del PP que reclaman que se debería ser más amable con Ciudadanos por si se les necesita después. Sin embargo, hasta ahora, todavía no se ha implantado esa consigna: el vicesecretario de organización popular, Fernando Martínez-Maíllo, responsabilizó solo a Rivera de ese apoyo (“había otros dirigentes que no estaban de acuerdo en darle la alcaldía de Granada al PSOE”, explicó en el Congreso) y reprochó al líder de la formación naranja que tenga “manga ancha” con los socialistas y les siga apoyando en la Junta de Andalucía pese a los casos de corrupción y siempre tenga “manga estrecha” con el PP.
Tampoco dio pistas Rajoy en Guadalajara sobre si ha tomado alguna decisión de otro tema que llenará decenas de páginas las próximas semanas: los debates. “Eso, [Jorge] Moragas”, respondió, en referencia a su jefe de gabinete y de campaña.
El PSOE sí que ha sido más claro y ha descartado que Sánchez vaya a acudir a un debate en el que no participen candidatos a la presidencia del Gobierno. Es decir, Sánchez no volvería a participar en un programa en el que el representante del PP fuera la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría.