El Gobierno llama a Puigdemont a no entorpecer de nuevo el diálogo

c. reino | barcelona

El Gobierno trató ayer de rebajar la tensión con la Generalitat catalana y llamó al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a no cerrar las vías de diálogo que se han activado en las últimas semanas a raíz de las tres reuniones de alto nivel, entre presidentes, vicepresidentes y responsables de Interior. En todas ellas, el resultado fue que sería necesario seguir hablando, eso sí, ya tras las elecciones del 26-J.

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, discrepa de la posición del Gobierno catalán, que considera que los recursos presentados por La Moncloa contra distintas leyes autonómicas de ámbito social son un mensaje claro de Mariano Rajoy de que no quiere continuar con las conversaciones iniciadas entre ambas administraciones. La número dos del Ejecutivo, más bien al contrario, cree que el Gobierno ha tenido ya algunos gestos con la parte catalana que deberían propiciar que los puentes vayan reconstruyéndose de manera paulatina.

Así, Sáenz de Santamaría reveló ayer, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que tanto Puigdemont, en su entrevista con Rajoy, como Oriol Junqueras, en su encuentro con ella, trasladaron al Ejecutivo su preocupación por la parte de la ley sobre emergencia social que afecta a la pobreza energética.

Desde la Generalitat, el tono fue todo menos conciliador. El consejero de Justicia acusó al Gobierno de Rajoy de estar intentando acabar con la autonomía catalana por la «puerta de atrás», por la vía de las impugnaciones. Lo dijo horas antes de que la corte anulara un inciso de la ley de Presupuestos de la Generalitat de 2015 que permitía el incremento del gasto en materia de personal.