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León

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La prohibición de acudir a la final de la Copa del Rey de fútbol con banderas independentistas catalanas tuvo la inusual habilidad de dividir al PP y Ciudadanos, partidos que suelen ser monolíticos en defensa de las medidas del Gobierno referidas al proceso soberanista.

Mientras las direcciones de ambas formaciones respaldaron la decisión de la Delegación del Gobierno en Madrid, los dirigentes catalanes mostraron sus reparos a la medida. El coordinador del PP de Cataluña no compartió la resolución y puso en duda «la efectividad» de la misma. «No soy partidario de prohibir banderas», señaló Xabier García Albiol. Poco antes el portavoz popular en el Congreso, Rafael Hernando, había calificado de «enormemente acertada» prohibir las esteladas porque son «un símbolo que busca la destrucción de Cataluña y romper España».

En términos menos dramáticos el presidente de Ciudadanos propuso «un pacto entre todos para no llevar símbolos ideológicos al fútbol». Carlos Carrizosa, portavoz de C’s en el Parlamento catalán, aseguró que su partido no se hubiera «metido en ese lío».

El socialista Pedro Sánchez mantuvo que «aun no compartiendo el significado de esa bandera, la prohibición no es el camino». El líder de Podemos, Pablo Iglesias, tachó de «ridícula y autoritaria» la decisión.