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Sánchez se someterá a la confianza del Parlamento

Propone un pacto respecto a Cataluña que reconozca su singularidad.

Pedro Sánchez durante la firma ayer de sus propuestas electorales. JAVIER LIZÓN

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León

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r. gorriarán | madrid

Es improbable, pero Pedro Sánchez se ha comprometido a que, si gobierna, se someterá a una cuestión de confianza del Parlamento a la mitad de su mandato. Esa será, según el líder socialista, «la mayor garantía» de que va a cumplir los compromisos programáticos que presentó ayer, un documento que en esencia recoge el mismo programa que llevó el PSOE a las elecciones del 20 de diciembre.

El líder socialista pretende que dentro de dos años el Congreso evalúe el grado de cumplimiento de sus promesas. Con ser la primera vez que un candidato a La Moncloa plantea con rango de compromiso electoral la posibilidad de ser destituido a la mitad de la legislatura, no es una idea nueva. El PSOE ya la puso sobre la mesa en los últimos momentos de las negociaciones postelectorales del 20-D aunque quedó diluida en el frenesí de ofertas y contraofertas en los días previos a la disolución de las Cortes el pasado 3 de mayo.

Pablo Iglesias, sin recurrir a la cuestión de confianza, también ha hablado de que si es presidente del Gobierno se someterá, al más puro estilo bolivariano, a un referéndum revocatorio en caso de que la oposición o la ciudadanía consideren que no cumple su programa. El programa de Podemos para el 20-D estipulaba que «de producirse un incumplimiento sustancial y manifiesto del programa electoral se podrá poner en marcha un proceso revocatorio». La petición debería estar avalada por al menos 158 diputados del Congreso o por las firmas «debidamente auditadas» del 15% del censo electoral, unos 3,5 millones de personas.

La cuestión de confianza que plantea Sánchez no depende del Congreso ni de los ciudadanos, es una potestad exclusiva del presidente del Gobierno que, previo debate en el Consejo de Ministros, puede preguntar a la Cámara si confía en su gestión. Se entenderá otorgada la confianza, según el artículo 112 de la Constitución, cuando esté respaldada por la mayoría simple de los diputados. Hasta la fecha sólo dos presidentes del Gobierno han aceptado pasar por la cuestión de confianza, Adolfo Suárez en 1980 y Felipe González en 1990, y ambos la consiguieron. Sánchez pretende ser el tercero siempre que llegue a La Moncloa, y de conseguirlo, aseguró que se someterá al examen del Congreso.

El secretario general del PSOE hizo estas consideraciones en la presentación del documento programático ‘Compromisos para un sí al Gobierno del Cambio’, en el que estuvo acompañado por miembros de su ‘gobierno en la sombra’. El texto de 18 páginas resume los aspectos centrales del programa para las elecciones del 20 de diciembre, con algunas pequeñas novedades. Entre ellas, el incremento inmediato del 4% en el salario mínimo, que ahora es de 655 euros mensuales, para llegar al 60% del salario medio en dos legislaturas.

El documento está plagado de promesas y plazos, pero con pocas precisiones. Pero, como de costumbre, uno de los «compromisos» que levantó de inmediato una polvareda fue el referido a Cataluña. El documento socialista propugna que, en la reforma constitucional que se lleve a cabo, se alcance «un pacto político con Cataluña» que «reconozca su singularidad y mejore su autogobierno» desde el respeto a la igualdad de los españoles. Los soberanistas catalanes no dieron la menor credibilidad a la propuesta, y el diputado de Esquerra Joan Tardá puso la nota surrealista: «Me río de janeiro».