Diario de León

CASO NÓOS

Urdangarín se enfrenta a 20 años de cárcel por su nulo arrepentimiento

La infanta escucha las peticiones que pueden llevar en otoño a su marido a la prisión.

La infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarín, salen de la sede de la Escuela Balear de la Administración Pública de Palma. BALLESTEROS

La infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarín, salen de la sede de la Escuela Balear de la Administración Pública de Palma. BALLESTEROS

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m. sáiz-pardo | palma

El fiscal Pedro Horrach le hizo llegar a Iñaki Urdangarín un mensaje claro en mayo de 2013: si no cambiaba radicalmente de actitud, comenzaba a colaborar en la investigación sobre las contrataciones amañadas para el Instituto Nóos en Baleares, Valencia y Madrid y devolvía el dinero que se embolsó de esas administraciones públicas se arriesgaba a una petición de pena cercana a las dos décadas de cárcel. Exactamente eso es lo que ocurrió ayer, tres años después de aquel aviso, cuando ya no cabe casi ningún margen de maniobra dado que el juicio acabará a finales de este mes.

Anticorrupción, dispuesta siempre a pactos y a reducir condenas a cambio de confesiones, arrepentimientos y la devolución aunque sea de parte del dinero para reparar el daño, se vio obligada a reiterar, sin aplicar ningún tipo de atenuante, su petición de 19 años y medio de cárcel para el marido de la infanta Cristina por un delito continuado de malversación en concurso con otro de prevaricación, falsedad en documento oficial y falsedad en documento mercantil (seis años de prisión); estafa (tres años y medio); fraude a la administración (dos años); dos delitos fiscales (seis años), y un último de blanqueo de capitales (dos años).

Urdangarín escuchó sin inmutarse cómo Horrach pedía al tribunal un fallo que puede desembocar a principios del próximo otoño, fecha estimada para la sentencia, en su ingreso en prisión por una larga temporada. Incluso, vaticinan algunas fuentes, superior a la década.

A su izquierda, su abogado Mario Pascual Vives, tampoco pareció extrañarse de la altísima petición para su cliente que no ha podido evitar. Vives, durante meses, se limitó a ofrecer a Anticorrupción pagar poco más de medio millón de euros (el dinero defraudado a través de Aizoon y parte de la multa) a cambio de una pena de menos de dos años de cárcel, que le evitaría pisar una celda. Una oferta que Horrach rechazó de manera reiterada, insistiendo que Urdangarín debía colaborar y reconocer los hechos. Pero el cuñado de Felipe VI durante las 16 horas que declaró durante tres días entre febrero y marzo no entonó ni una sola vez el ‘mea culpa’ y dejó vía libre a que Anticorrupción le apuntara con toda la artillería del Código Penal.

Quizás por eso tampoco Cristina de Borbón pareció extrañarse ayer de la petición para que su marido pase casi 20 años a la sombra. Tampoco hizo un solo gesto cuando Manos Limpias, la única parte que le acusa, reiteró su petición de ocho años de cárcel por colaborar en los dos delitos fiscales de su marido en 2007 y 2008. La letrada Virginia López-Negrete no aplicó a la hermana del jefe del Estado ni una sola eximente a pesar de que ella, a diferencia de su marido, sí que ha reparado el daño.

La imputada abonó en un primer momento los 587.000 euros que le reclamó el fiscal Horrrach, como partícipe a título lucrativo de los delitos cometidos supuestamente por su marido. Posteriormente, Cristina de Borbón consignó en el juzgado los 449.000 euros en los que finalmente se cifró su responsabilidad civil por los dos delitos de su marido (174.575,07 euros en el ejercicio 2007 y 152.350,69 euros en el ejercicio 2008, según el último cálculo de Hacienda).

El otro principal imputado de este caso, Diego Torres, corrió idéntica suerte frente a la Fiscalía por poner en práctica la misma táctica que Urdangarín. El ‘sostenella y no enmendalla’ del ex socio desembocó ayer en una petición final idéntica a la inicial, 16 años y medio de cárcel por los mismo delitos que Urdangarín, a excepción de uno de los ilícitos fiscales. Tampoco Torres, que a diferencia del resto de encausados sí que ha seguido el juicio en la sala casi todos los días, pareció sorprenderse.

Quizás el único momento en que Torres se empezó a preocupar fue cuando Horrach anunció que seguirá pidiendo dos años de cárcel para su mujer, Ana María Tejeiro, por blanqueo de capitales. Como en el caso del matrimonio Urdangarín-Borbón, la suerte de la pareja Torres-Tejeiro ya está echada y sólo en manos ya del tribunal.

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