El independentismo catalán vuelve a mirar a Escocia tras el 'brexit'
CDC y ERC confían en que un segundo referéndum allane el camino al de Cataluña
¿El 'brexit' beneficia o complica aún más las aspiraciones del independentismo catalán? Escuchando a PP, PSOE y Ciudadanos queda claro que el referéndum se aleja todavía más con el argumento de que se acaba de demostrar que es un instrumento que carga el diablo. Pero la interpretación que hacen CDC y ERC es totalmente opuesta. Defienden que, más allá del resultado, se trata de un ejercicio democrático envidiable. El ‘president’ Carles Puigdemont ha calificado de “visión absolutamente urnofóbica” el rechazo de los principales partidos españoles -a excepción de Podemos-, a convocar una consulta para definir el futuro de Cataluña.
La mirada del independentismo se sitúa otra vez en Escocia después de que su ministra principal, Nicola Sturgeon, haya afirmado que la convocatoria de un segundo referéndum es una posibilidad “altamente probable”. De ser así, hay quien cree que serviría para allanar el camino a la consulta soberanista que reclama una mayoría del Parlament. “Efectos de osmosis”, según la lectura del candidato convergente a las generales, Francesc Homs.
LAS DIFERENCIAS
En el Reino Unido no existe una Constitución escrita. El Acta de Unión, que data de 1707, contempla que pueda producirse la independencia escocesa si esa es la voluntad mayoritaria de sus ciudadanos. Por contra, la Carta Magna aprobada por las Cortes españolas dos siglos después proclama la “indisoluble unidad de la nación española” y es a este principio al que se aferran populares, socialistas y Ciudadanos para rechazar la convocatoria de una consulta.
El Scottish National Party (SNP), el partido en el poder y espejo del independentismo catalán, defendía la permanencia en la Unión Europea y eso es lo que mayoritariamente han votado los escoceses. Si se convocarse el segundo referéndum serviría para intentar entrar de nuevo en la Unión Europea.
COMBATIR EL EUROESCEPTICISMO
Pese a defender el 'brexit' como ejemplo de radicalidad democrática, el independentismo quiere huir de la imagen populista en la que han basado su exitosa campaña los partidarios del divorcio. Por eso la mayoría de las intervenciones de los dirigentes soberanistas han ido en la línea de reclamar a la UE que no contribuya a crear un mayor euroescepticismo.”No puede ir menospreciando realidades aunque no le gusten, no puede ir actuando con tanta insensibilidad ante asuntos que preocupan a la gente corriente y por lo que parece no preocupan tanto a sus dirigentes”, señaló Puigdemont. Esa misma Unión Europea es la que ahora busca cómo conjurarse para evitar una mayor inestabilidad y, por lo tanto, no parece que sea el escenario más propicio para plantear nuevos divorcios. Aunque, para el candidato de ERC, Gabriel Rufián, no hay para tanto: “No vendrán las siete plagas, el Reino Unido siempre ha sido una especie de satélite de la UE, no pasará nada”.