Rajoy busca el último voto

nuria vega | madrid

Reclamó el voto hasta del último «vecino» y apuró la campaña con una ruta de 800 kilómetros para realizar un triple cierre electoral en Teruel, Valencia y Madrid. Sin rodeos, Mariano Rajoy urgió ayer a sus simpatizantes a emplear las horas finales de la contienda en convencer de la importancia de votar a los populares a todo aquel dispuesto a escuchar. «Hay tiempo», emplazó a mediodía mirando de reojo el reloj de pulsera y sin olvidar las encuestas que no terminan de despejar de qué lado, PP o Podemos, caerán los restos electorales pendientes de un puñado de papeletas. Los populares sellaron, de hecho, la campaña con una sensación de incertidumbre más desconcertante que el pasado 20 de diciembre. El partido se movió en el tramo final entre la tentación de rebajar las expectativas para animar la movilización y la realidad de que el resultado, esta vez, como aseguraba el jueves Rajoy, es «incierto». Nadie supo pronosticar lo que ocurrirá el domingo. Pero fuentes populares confiesan su impresión de que se quedarán lejos de la apuesta de un ministro del Ejecutivo que cifró en 135 los escaños para el PP. La tendencia que registran los ‘trackings’ diarios de la formación es alcista. Levemente alcista y encaminada hacia el 30% de los sufragios, la meta que se impuso el director electoral.