El presidente de EE UU subraya los valores que comparten ambos países
mateo balín | madrid
Fue a finales de los años 80, con apenas 25 años, cuando un bisoño Barack Obama hizo una parada en España de camino a Kenia, donde iba a conocer las raíces de su padre. El presidente estadounidense dio cuenta de este viaje en su libro Los Sueños de mi padre: Una historia de raza y herencia , publicado en 1995, solo un año antes de que fuese elegido senador en Illinois y comenzase su fulgurante carrera política que culminaría en la Casa Blanca en enero de 2009.
En sus recuerdos juveniles detalló su paso por Barcelona y Madrid. En el Palacio Real durante su audiencia con Felipe VI, en el imponente espacio del Salón de Columnas, Obama dijo que «la primera vez que estuve en Madrid no vine en el Air Force One, era joven, llevaba una mochila a la espalda, iba andando a todas partes y comía en plan barato».
Así, durante la hora y veinte minutos en que el antiguo mochilero Obama permaneció en el Palacio Real pudo apreciar toda la solemnidad y protocolo del ceremonial palaciego.
El rey Felipe VI garantizó a Obama que España tiene «la firme voluntad y el pleno compromiso» de mantener «siempre» la «más estrecha colaboración» con EE UU y éste subrayó que su presencia en Madrid busca reflejar la «gran alianza» que une a ambos países, aliados que «comparten valores e ideales» como la libertad, el Estado de Derecho y el respeto a la dignidad de todas las personas, lo que les permite colaborar en el plano bilateral, pero también en los foros multilaterales.