El PP borró hasta 35 veces los discos duros de Bárcenas con la contabilidad
La juez propone sentar en el banquillo al partido y a tres de sus empleados por la acción.
m. sáiz-pardo | madrid
El Partido Popular se sitúa a solo un paso de convertirse en la primera formación política que se sienta en el banquillo de los acusados como persona jurídica. La juez de Instrucción número 32 de Madrid, Rosa María Freire, dio ayer por concluida la investigación sobre la destrucción de los ordenadores del extesorero del PP Luis Bárcenas en primavera de 2013 y considera que hay pruebas para procesar por un delito de daños informáticos y otro de encubrimiento al partido y a las tres personas que, supuestamente, participaron en la operación para que esos aparatos guardados en la sede de Génova 13 no quedara ni rastro de la información sobre la contabilidad B que custodiaba el exsenador. Se trata de Carmen Navarro, tesorera de la formación; Alberto Durán, responsables de los servicios jurídicos del PP; y José Manuel Moreno, director del Departamento de Sistemas del PP.
La magistrada, en el auto de pase de diligencias previas a procedimiento abreviado (equivalente al procesamiento), rechaza el archivo de la causa que desde el principio reclamaron la Fiscalía y los acusados. Tanto el PP como sus responsables pueden recurrir esta decisión, hasta llegar en apelación a la Audiencia Provincial de Madrid que será la que finalmente confirme la apertura del juicio.
Para la instructora hay pruebas de que los procesados se pusieron de acuerdo para destruir los ordenadores «a conciencia» y «mediante el sistema de borrado más drástico»: el de «sobreescritura de los discos duros hasta en 35 ocasiones» y su «posterior ralladura» hasta llegar a «su destrucción física». De esa operación -relata la magistrada- se ocupó «personalmente» Moreno («colaborador imprescindible»), pero éste solo cumplió las «órdenes» que le dio Durán, mientras que Navarro «permitió» la eliminación de los datos contenidos en los ordenadores, conociendo además «sobradamente las circunstancias» por las que se estaba procediendo al borrado masivo de la información, una vez que Bárcenas había sido despedido, esta vez sí oficialmente.