El PP no sabe qué más hacer ante la actitud del PSOE y Ciudadanos
Mariano Rajoy trató ayer de insuflar un moderado optimismo a los miembros del equipo directivo del PP. Les aseguró que no va a «escatimar esfuerzos ni contactos» para tratar de romper el bloqueo político que impide la formación de Gobierno, que ve la botella «medio llena» y que no descarta lograr que Ciudadanos y PSOE terminen por moverse, el primero a un ‘sí’ y el segundo a una abstención, lo suficiente para que pueda acudir a una investidura al Congreso y revalidar su cargo en La Moncloa.
El problema es que lo que no les dijo es cómo pretende acabar con un bloqueo que por el momento le impide ir a un investidura, salvo que esté dispuesto a cosechar una derrota; cuándo calcula que podrá intentar el debate en el Congreso; o qué contactos mantiene y con quién o si va a tratar de insistir en la presión sobre Pedro Sánchez y Albert Rivera antes del jueves, cuando los tres deberán verse con el rey y contarse su posición ante la formación de Gobierno. Lo que si es seguro es que Rajoy hace muchos días que no llama a ninguno de los dos líderes, según confirmaron fuentes de los propios partidos.
El presidente del Gobierno en funciones, que lleva personalmente los contactos para tratar de desatascar la investidura, se limitó a justificar la falta de información a la cúpula de su partido por la «prudencia» y «discreción» con que cree que debe realizar su tarea.
Más allá de las expectativas creadas por Rajoy, lo que de verdad les tocó ayer reconocer a todos los dirigentes populares que salieron a la palestra es que el diálogo con los dos partidos que les pueden asegurar la investidura está cegado y, lo que es más, que no saben qué más hacer para tratar de avanzar, porque ni Rivera ni Sánchez quieren abrir diálogo o negociación alguna.