El rey pide a los partidos «máximo esfuerzo» al no esperar un acuerdo
Todas las fuerzas políticas creen que Rajoy está obligado a presentarse a la investidura.
p. de las heras | madrid
Nada ha cambiado. El inicio de la ronda de contactos abierta por el rey con los representantes políticos, para decidir a quién debe proponer como candidato a la presidencia del Gobierno, no ha servido, de momento, para desencallar la situación. Ni una sola fuerza niega que haya de ser Mariano Rajoy quien someta su proyecto a la confianza de la Cámara Baja, pero la oposición le echa en cara que no haya movido un dedo para tratar de construir una mayoría que lo avale o, al menos, le ceda el paso. Con esos mimbres, ni siquiera el PP cree ya que pueda haber sesión de investidura la primera semana de agosto. Y el propio monarca, conforme al testimonio de algunos de sus interlocutores, prevé un desenlace costoso.
La clave la dio ayer el único diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, socio electoral del PSOE en las Islas. El veterano político aseguró haber visto a don Felipe «preocupado». Más incluso que tras los comicios del pasado 20 de diciembre, cuando también dejó claro que veía difícil que pudiera llegarse a un rápido acuerdo en el inusualmente atomizado Congreso. Pero, sobre todo, Quevedo reveló que el planteamiento del monarca es que «esto no puede acabar el jueves», es decir, que una vez que finalicen las audiencias en Zarzuela, los partidos tendrán que «hacer el máximo esfuerzo» para encontrar una solución.
La duda que ya ha empezado a rondar en el Parlamento es si, ante la evidente falta de una mayoría suficiente, el Jefe del Estado optará por dar más tiempo al líder del PP o le propondrá directamente como candidato a la investidura. La lógica que siguió en la legislatura pasada indica que, para tratar de poner en marcha el proceso, don Felipe hará a Rajoy el ofrecimiento. Después, puede ser éste el que solicite a la presidenta del Parlamento, Ana Pastor, que le conceda un tiempo de negociación con los partidos antes de convocar el pleno. Es lo que hizo José María Aznar en 1996 y lo que hizo Pedro Sánchez en la pasada legislatura.
Cabría otra opción, incómoda para el rey, pero también para el jefe del Ejecutivo en funciones. Sería que, de nuevo, Rajoy decline el ofrecimiento del monarca. Esta vez, ‘a priori’ nadie más que él se ha postulado para intentar formar Gobierno. El PP es el único partido que, el pasado 26 de junio, mejoró en porcentaje de votos y creció en diputados respecto a las últimas generales. Tras perder cinco escaños, Pedro Sánchez admitió ante el Comité Federal del PSOE que los ciudadanos le han situado en la oposición. Pero así y todo, esa maniobra no estaría exenta de riesgos para el político gallego.
En las propias filas populares hay quien entiende que, si rechaza ser propuesto, Rajoy está obligado a dar un paso al lado. Y, por otro lado, tanto en el PSOE como en otras fuerzas políticas -desde Podemos a Convergencia- arrecian las voces que animan al secretario de los socialistas a intentar llegar a La Moncloa. El portavoz de IU, Alberto Garzón, lo reiteró nada más salir de su entrevista con el Jefe del Estado. «Si abandona su posición de bloqueo para explorar una alternativa nosotros ofrecemos nuestros diputados como aliados potenciales y mediadores», prometió.
El sentir general, en todo caso, es el de que Rajoy está obligado a ir a la investidura. El portavoz del PP, Rafael Hernando, lleva días afirmando que no lo hará si sabe que no podrá superarla. Pero tanto el PSOE, como Ciudadanos y Coalición Canaria advierten de que, si se limita a esperar sentado, no puede esperar otro resultado.