Diario de León

LAS NEGOCIACIONES PARA LA INVESTIDURA

El PP se toma un tiempo y no votará hasta el miércoles las condiciones de Ciudadanos

Rajoy confía en pactar y apela al descanso para reflexionar, aunque ya tiene asumido que gobernará en solitario.

Rajoy y Rivera celebran una reunión en el Congreso de los Diputados para tratar de abrir camino a la investidura. RAQUEL P. VIECO

Rajoy y Rivera celebran una reunión en el Congreso de los Diputados para tratar de abrir camino a la investidura. RAQUEL P. VIECO

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paula de las heras | madrid

No dijo un sí inmediato. Mariano Rajoy pidió ayer un tiempo a Albert Rivera para estudiar sus exigencias y someterlas al criterio del Comité Ejecutivo del PP, pero hay pocas dudas sobre cuál será la respuesta. «Lo importante es que España tenga un Gobierno y ese interés de los españoles lo antepondré a cualquier otra consideración», anticipó al término de su último encuentro con el presidente de Ciudadanos, en el Congreso de los diputados.

Ninguna de las condiciones planteadas por el partido de centro liberal genera demasiada discusión en las filas populares. Quizá la más desagradable sea la creación de una comisión de investigación sobre su financiación irregular, pero en el partido conservador son conscientes de que, en cualquier caso, con las actuales mayorías de la Cámara baja, iba a ser difícil librarse de ella. Así que no es un precio demasiado alto.

La otra cuestión espinosa es la reforma de la ley electoral porque, con la presente distribución del voto, una mayor proporcionalidad del sistema significaría una pérdida significativa de escaños para el PP y el PSOE y una mejoría de Ciudadanos y Podemos. Por eso, Rajoy se puso ayer la venda y recordó que en España no se ha hecho nunca una modificación de esa ley sin un amplio consenso.

En cualquier caso, todo apunta a que los populares lograrán saltar la primera valla impuesta por Ciudadanos para sentarse a negociar ese apoyo a la investidura que, hasta esta misma semana, denegaban con contundencia. Rajoy tampoco espera un camino de rosas. «Hoy se ha dado un paso importante, pero queda mucho por recorrer», admitió. No lo decía sólo por el resto de demandas que en adelante pueda plantear el partido de Rivera, sino porque sigue defendiendo que la única manera de que haya Gobierno es que el PSOE se comprometa, al menos, a una abstención.

De momento, ni siquiera hay fecha para el debate de investidura, aunque Rajoy dice que urge que haya Gobierno cuanto antes para poder presentar los presupuestos de 2017 en tiempo y forma, antes del 1 de octubre, y cumplir así con los objtetivos comprometidos ante la Unión Europea. Sin embargo, antes de nada, se irá a pasar el puente del 15 de agosto, este fin de semana, a Pontevedra, con su familia.

El Comité Ejecutivo que ha de debatir las condiciones de Ciudadanos no tendrá lugar hasta el próximo miércoles 17. Rajoy adujo que empleará ese tiempo de descanso en «reflexionar», pero también busca aumentar la presión sobre los socialistas.

A estas alturas, el presidente del Gobierno ya asume que tendrá que gobernar en solitario, pero sostiene que es preciso garantizar al ejecutivo un mínimo de estabilidad respecto a asuntos esenciales. Aún así, fue ambiguo respecto a una eventual conversación con el PNV, cuyo apoyo, sumado al de Ciudadanos y al de Coalición Canaria, le situaría en 175 diputados, a solo uno de la mayoría absoluta. «Una de las obligaciones de un dirigente es ser lo más realista posible y ni siquiera llegaríamos a la mayoría necesaria; no sería suficiente», se limitó a apuntar.

El caso es que tampoco el ‘sí’ de Ciudadanos basta y, sin embargo, él mismo calificó su disposición a pactar de «muy importante». De hecho, para la gobernabilidad del día a día, el PP necesitará pactar acuerdos concretos con los nacionalistas. Porque, incluso si se abstuviera, el PSOE ejercerá como fuerza de oposición.

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