Diario de León

Llega el momento de las cesiones

Los requisitos que ha fijado Ciudadanos han sido tomados como un balón de oxigeno para desatascar el bloqueo político Las negociaciones sepultarán la era de la mayoría absoluta.

Rajoy comparece en el Congreso tras la reunión con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. RAQUEL P. VIECO

Rajoy comparece en el Congreso tras la reunión con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. RAQUEL P. VIECO

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nuria vega | madrid

Las negociaciones que PP y Ciudadanos inaugurarán a partir del próximo miércoles volverán a poner a prueba la resiliencia, la capacidad de adaptarse a escenarios adversos, de Mariano Rajoy. El presidente que se enfundó como un guante la mayoría absoluta cosechada en las urnas en 2011, tendrá ahora que gestionar un tiempo de cesiones en el que podría revisarse gran parte de su legado al frente del Gobierno. Pese a ello, el líder de los populares no da muestras de que el nuevo panorama le preocupe en exceso. Sea cual sea el precio, el beneficio, su permanencia en la Moncloa, que no siempre se vio factible, es lo suficientemente elevado como para que Rajoy acudiera a la última cita con Albert Rivera sin corbata y satisfecho porque al final la realidad haya vuelto a ponerse de su lado.

Los seis requisitos previos que Ciudadanos ha fijado para arrancar las conversaciones y despejar el camino de la investidura no sólo son «asumibles» para el PP, sino que han sido recibidos como el balón de oxígeno que los populares esperaban para desatascar el bloqueo político. Dicen en su equipo que las formas del presidente le llevan a maniobrar de manera discreta y en privado para solventar las crisis, pero después de las elecciones del 26 de junio pareciera que Rajoy ha estado esperando a que poco a poco sus posibles socios asuman el resultado electoral y la inconveniencia de tener que convocar unos terceros comicios por la incapacidad de conformar un Ejecutivo.

Así, 44 días después del 26-J, Rivera dio el pasado martes el paso de comprometerse a trabajar para que la abstención de sus diputados se convierta en 32 votos a favor de la reelección de Rajoy siempre y cuando el PP esté dispuesto a negociar y transigir. Los dirigentes más entusiastas con la idea de pactar con Ciudadanos no han tenido inconveniente en subrayar en público la positivo de un acuerdo con quien siempre entendieron que debía ser socio preferente. Es el caso, entre otros, del vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, o la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que debe su cargo a la connivencia con los de Rivera en la región.

A juicio de este sector, las condiciones impuestas por el partido liberal son lo suficientemente «genéricas» como para poder aceptarlas y comenzar a hablar. Puede que incluso ni tan siquiera tengan que ser votadas en el próximo Comité Ejecutivo Nacional del PP, el convocado para este miércoles con el fin de analizar el documento de Ciudadanos. Quizás baste con un «voto de confianza» al presidente para que administre el asunto como estime oportuno.

Otros miembros de la dirección, sin embargo, ponen el énfasis en que algunos de los puntos deberán ser «matizados» una vez se comience a negociar. Es en esos apartados en los que se trabaja en la sede del PP de la madrileña calle Génova y en los despachos de la Moncloa. «Las condiciones de Ciudadanos son asumibles, a mí no me resultan imposibles, con matices y diálogo avanzaremos», resumía este viernes el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá.

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