Los socialistas no dan más tregua y forzarán el debate

ander azpiroz | madrid

Pedro Sánchez ha regresado de sus vacaciones de verano con energías renovadas. Tras una reunión con su ejecutiva y escuchar después las comparecencia de Mariano Rajoy, el secretario general no solo insistió en que sus 85 diputados no prestarán la más mínima ayuda al líder del PP para repetir en la Moncloa, sino que además dio un ultimátum al presidente en funciones para que señale cuando se someterá a la confianza de la Cámara baja.

Según amenazó el secretario general socialista, Rajoy tiene de plazo hasta el viernes para fijar la investidura en el calendario. De no hacerlo, el PSOE presentará una iniciativa parlamentaria en la que se instará a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, a que consulte el día con el candidato y, sea cual sea el resultado de esa conversación, escoja ella misma cuándo Rajoy deberá someterse a examen. Sánchez avanzó que la iniciativa que registrarán tendrá argumentos similares a la que ya presentó el PP el pasado febrero para urgir a Patxi López a poner fecha a la investidura del entonces candidato socialista.

Sánchez justificó este miércoles su ultimátum en que «ni Rajoy ni nadie tiene derecho a mantener cautivas durante tanto tiempo a las instituciones». El líder de los socialistas considera que, en los 20 días transcurridos desde que el Rey encargó a Rajoy la formación de un Ejecutivo no se ha producido avance alguno. Y esto es así, sentenció, porque el PP exige «la sumisión» del resto de fuerzas políticas y gobernar sin oposición. «Después de una rueda de prensa impropia, no sabemos ni la fecha, ni si Rajoy se va a presentar, ni su programa para la investidura», criticó el líder de la oposición antes de rematar con que a su rival «le falta capacidad de diálogo y le sobran casos de corrupción».

Inamovible

La amenaza sobre la investidura fue la guinda de una comparecencia en la que el secretario general socialista se mostró inmisericorde con su homólogo popular.

Lo primero que dejó claro es que la posibilidad de que PP y Ciudadanos alcancen un acuerdo no hará cambiar de postura al PSOE. Rajoy, resumió Sánchez, no tiene posibilidad alguna de obtener el más mínimo respaldo socialista para repetir en La Moncloa.

«No le apoyaremos —dijo— por razones ideológicas y éticas», entre las que enumeró la corrupción, la desigualdad y la precariedad. Y añadió que los socialista —que recordó que han adoptado esta decisión de forma colegial en su Consejo Federal— «no pueden apoyar aquello que quieren cambiar».