El pacto permite abrir las puertas a la reforma de la Constitución
Rajoy y Rivera evaluaron con diferente rasero el acuerdo alcanzado entre sus dos partidos. Mientras el presidente de Ciudadanos se mostró exultante por las concesiones que «el nuevo centro político» logró arrancar del PP, el líder popular se jactó de que el documento incluye muchas propuestas que «defendíamos antes» ya que figuraban en el programa electoral de su partido. Aunque Rajoy puso en valor que ambas partes «han cedido», porque esa es «la esencia» de todo acuerdo, los dos presumieron de haberse el gato al agua.
El documento que reúne los 150 Compromisos para mejorar España se condensa en 44 páginas divididas en cinco bloques. En los apartados de crecimiento económico y políticas sociales, el líder de Ciudadanos apuntó que el elemento más sustantivo es que «los recortes se van a acabar» porque se han diseñado una serie de medidas con una financiación suficiente que no va a poner en peligro los objetivos de déficit. Las concreciones, de todas maneras, no son muchas y abundan los planteamientos del tipo de «impulsar», «promover» o «favorecer».
Uno de los aspectos quizá más novedosos es el acuerdo para encarar la reforma de la Constitución, un tema casi tabú para el PP. Acordaron crear «una mesa de trabajo» formada por expertos nombrados por los partidos para detectar qué aspectos son susceptibles de ser actualizados o modificados, y si hay consenso se creará una ponencia en el Congreso. Rajoy precisó que el PP no apuesta por la reforma, pero acepta estudiarla, «lo que no quiere decir que vayamos a reformarla».
En el terreno institucional, Rivera tuvo que reconocer que dos de sus perlas, la supresión de las diputaciones y el Senado, no salieron adelante. En el caso de las entidades provinciales a lo más que se llegó fue a un compromiso del PP para reestructurarlas juntos a las empresas públicas para ahorrar mil millones de euros. Con la Cámara alta se alcanzó el acuerdo de reducir el número de sus miembros. El PP «no quiere» suprimir la diputaciones, y en el caso del Senado ni los populares ni los socialistas quieren tocarlo, resumió Rivera.
Hubo entendimiento, en cambio, en el terreno educativo para alcanzar un pacto nacional en seis meses y durante ese tiempo se congelará el calendario de implantación de la Lomce. También acordaron la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad para que sean de cuatro semanas el primer año y otra cuatro el segundo.
En el apartado de la transparencia y regeneración democrática reina la laxitud porque se habla de «la eliminación» de los aforamientos sin más precisiones. Se plantea asimismo una reforma electoral «desde el consenso parlamentario» que aborde la mejora de la proporcionalidad, la elección directa de los alcaldes, las listas desbloqueadas, la reducción de las campañas y la limitación de los gastos electorales. El acuerdo también llegó a la justicia, sobre en la designación de los vocales del Consejo del Poder Judicial para que 12 de sus 20 vocales sean elegidos por los propios jueces.