Los candidatos gallegos y vascos cierran su campaña
Los aspirantes al 25-S se han centrado en su contienda autonómica.
nuria vega | madrid
Ajenos a las expectativas de los líderes nacionales, que han convertido el 25-S en el punto de inflexión para desbloquear el Gobierno de España, los candidatos del País Vasco y Galicia se han volcado en campañas diseñadas en clave autonómica y alejadas del ruido de Madrid. El valor transcendental que se ha querido otorgar a los comicios de mañana para resolver el embrollo de PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos en el Congreso, no cambia, sin embargo, el hecho de que el electorado vasco y el gallego deciden el sentido de su voto según una lógica que no coincide con la de las elecciones generales y que sigue sus propias dinámicas.
El estudio preelectoral del CIS publicado el pasado 8 de septiembre ya revelaba que los votantes de ambas comunidades tendrán más en cuenta los asuntos propios de sus autonomías que los relativos a la situación general española a la hora de introducir su papeleta en la urna. Así lo ponía de manifiesto un 65,3% de los encuestados gallegos y un 74,2% de los vascos. Y sólo hace falta echar un vistazo a las encuestas para concluir que los resultados del 25 de septiembre distarán de los obtenidos en País Vasco y Galicia el pasado 26 de junio cuando se sometía al escrutinio de los ciudadanos la composición del Parlamento de la nación.
Entonces, las candidaturas del PNV al Congreso de los Diputados obtuvieron el respaldo del 24,91% de los vascos. Hoy, el CIS pronostica que Íñigo Urkullu será el vencedor con el 37,9% de los votos, casi trece puntos más que hace tres meses. Lo mismo le ocurre al potencial ganador de las elecciones en Galicia. Alberto Núñez Feijóo podría cosechar el 44,9% de los respaldos, frente al 41,4% que obtuvo el PP en junio.
Marca personal
Esto explica que los dirigentes gallegos hayan tratado de confrontar sus propios proyectos para la comunidad al margen de las constantes apariciones de los líderes nacionales en la zona noroeste del país. El caso más paradigmático es, sin duda, el de los populares. Con cartelería propia, poca presencia de las siglas del partido y mucha carga de su marca personal, Feijóo ha recorrido Galicia con un discurso diferenciado y una caravana distinta a la de Mariano Rajoy, centrado en pedir el voto para el PP con el objetivo de que a su delfín no le ocurra lo mismo que a él en el Congreso y no pueda gobernar sin mayoría absoluta.
Los mensajes en clave autonómica de populares, socialistas, liberales, anticapitalistas y nacionalistas han cohabitado con los de Rajoy, Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias.