Una cadena de derrotas
Si los resultados electorales son el termómetro más preciso para medir los estados de salud de las organizaciones políticas, el PSOE atraviesa, cuando menos, un momento bastante delicado. Desde que Pedro Sánchez se hizo con las riendas del partido, en julio de 2014, los socialistas han retrocedido en las siete convocatorias que se han celebrado. No entra, sin embargo, en los planes del secretario general una dimisión por este calvario electoral a pesar de los precedentes que hay en su partido. Joaquín Almunia renunció la misma noche electoral de las generales de marzo 2000 por perder 16 escaños y caer hasta los 125 diputados en el Congreso, «quien los pillara» suele comentar más de un dirigente actual del PSOE. También Alfredo Pérez Rubalcaba dejó de ser secretario general tras el revés sufrido en las elecciones europeas de 2014.
En las citas electorales que se han celebrado en estos doas años, el PSOE sólo ha salido victorioso en las andaluzas, de la mano de Susana Díaz que no dejó participar en la campaña a Sánchez.
En los comicios locales del 22 de mayo de 2015, los socialistas vieron volar casi mil concejales y 700.000 sufragios. El PSOE, de todas maneras, recuperó buena parte de su poder municipal gracias a los pactos con Podemos que permitieron a los socialistas pasar de gobernar en ocho capitales de provincia a 17.
El PSOE retrocedió en las elecciones autonómicas del 2 de mayo de 2015 en casi todos los territorios, solo Murcia y Castilla y León se salvaron del retroceso. Los socialistas perdieron escaños y votos en la mayoría de las comunidades, pero de nuevo gracias a los acuerdos con Podemos y sus confluencias recuperaron gobierno.
El Partir dels Socialistes de Catalunya prosiguió el 27 de septiembre de 2015 su imparable tránsito a la irrelevancia. Con Miquel Iceta de candidato, los socialistas perdieron cuatro escaños para quedarse en unos modestos 16 diputados, a distancia sideral de los 52 que obtuvieron en 1999 o los 42 de 2003.
En las elecciones del 20 de diciembre de 2015, el PSOE se llevó uno de los mayores batacazos. Se consideraba que los 110 diputados que logró Alfredo Pérez Rubalcaba cuatro años antes eran el suelo electoral, pero con Sánchez se perforó hasta caer a los 90 escaños. Con ser malos los resultados del 20 de diciembre para el PSOE, los del 26 de junio de este año demostraron que podía horadar aún más el mínimo electoral del partido. Los socialistas obtuvieron 85 escaños. Pero Sánchez, lejos de asumir responsabilidades, mostró su satisfacción por haber conjurado el ‘sorpasso’ de Podemos.
El PSOE había gobernado entre 2005 y 2009 en el caso gallego, y entre 2009 y 2012 en el caso vasco. Pero esa circunstancia es ahora solo un feliz recuerdo. Los socialistas obtuvieron este domingo el peor resultado de su historia tanto en el País Vasco como en Galicia.