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Susana Díaz exige a Sánchez anteponer España y el PSOE

Reclama al secretario general un debate «sosegado y profundo» alejado de intereses personales.

Susana Díaz durante la reunión del comité director de su partido en Sevilla. JULIO MUÑOZ

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León

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cecilia cuerdo | sevilla

La presidenta andaluza Susana Díaz, apeló ayer a que en unos momentos «duros y dolorosos» para el PSOE, «críticos», lo que hace falta es un debate «sosegado y profundo», con «serenidad y cabeza fría» y alejado de cualquier interés personal. Un mensaje con un destinatario nítido, Pedro Sánchez y su decisión de no dimitir como secretario general del partido pese a la renuncia de la mitad de su ejecutiva. Pero la única mención a cuales son las intenciones futuras del sector crítico sobre el partido o incluso en un debate de investidura, fue muy velada y limitada a un «ahora toca España y luego el PSOE».

Díaz, que fue recibida por el comité director del PSOE andaluz puesto en pie y con una ovación, recurrió a un tono conciliador para conceder que en el momento actual «todas las soluciones son malas porque hemos llegado a un punto en el que ninguno de los caminos que podemos elegir nos gustan». Pero insistió en que «lo primero es recuperar la unidad, el consenso y ayudar a coser» y a unir al partido porque, la nueva andanada a Sánchez, «lo que nunca permitirían los militantes sería que se antepongan los intereses personales».

La presidenta de la Junta de Andalucía hizo un crudo diagnóstico de la situación: «Tenemos un problema. La cadena de derrotas es una consecuencia de habernos desconectado de la sociedad. Nos miran y no nos identifican». No hay que buscar causas ajenas a las seis derrotas electorales consecutivas, prosiguió, porque «la gente, si no te vota, es porque no confía en ti».

De nuevo en alusión al secretario general de su partido, subrayó que en el PSOE «no hay bandos ni somos una banda», y reconoció que le han dolido los mensajes desde la dirección federal del PSOE en los que se ha identificado a los contrarios al secretario general con «subalternos de la derecha». Desde el equipo de Sánchez se lanzó esa acusación a quienes abogan por permitir con una abstención en la investidura que Rajoy siga en el Gobierno sin atreverse a exponer con claridad sus posiciones.

La líder de los socialistas andaluces no oculta que la situación que atraviesa el partido es «crítica», y que tanto los militantes como los ciudadanos están «preocupados, desconcertados, tristes». Pero también ha tratado de alejarse de las críticas de que solo arrastran al aparato del partido, con continuos guiños a los militantes y a los simpatizantes. De hecho, sostuvo que el PSOE es patrimonio «no solo de los militantes (como mantiene Sánchez para defender las primarias y el congreso), sino también de sus votantes». También ha insistido en que los estatutos del partido aprobados en 2012 reconocen la participación de los militantes en la elección del secretario general, de manera que si el problema del socialismo es una cuestión solo de liderazgo «lo dirán los militantes».

Díaz trató de hacer entonces un análisis sobre por qué se ha llegado a este declive del PSOE frente a un PP atenazado por la corrupción y negó que la causa sea la irrupción de partidos como Podemos y Ciudadanos, una tesis defendida por Sánchez y su equipo.

De lo que no dio ninguna pista es de lo que harán ella y los socialistas andaluces en el Comité Federal que se reúne mañana. Susana Díaz ni mencionó si apoyarán la creación de una gestora que reemplace a la ejecutiva federal ni tampoco si buscarán una solución conciliadora con el secretario general para resolver una situación que, insistió, es «crítica».