Nadie muestra interés en la puja por los «caprichos» de la exalcaldesa
Los dos vehículos oficiales que usaba Rita Barberá cuando era alcaldesa de Valencia siguen esperando comprador. La subasta abierta por el ayuntamiento el pasado 4 de octubre ha quedado desierta después de que el servicio de contratación del que depende la licitación no haya recibido ninguna oferta por los Audi A8.
El concurso concluyó a mediodía del miércoles, aunque el consistorio valenciano esperó hasta ayer por si podía llegar alguna oferta por correo. Dado el razonable precio de salida del lote, 32.892 euros por los vehículos de alta gama, el ayuntamiento no pensaba que el concurso iba a quedar vacío, por lo que ahora baraja tres opciones: llevarlos a chatarra, abrir otra subasta modificando las condiciones o iniciar un procedimiento negociado con una empresa.
El equipo de gobierno local conformado por Compromís, PSPV y València en Comú sacó a subasta los A8 «para poner fin a la era de los derroches» y los «caprichos» de Barberá, «excesos impropios de un cargo público por sus altísimos costes, tanto en su compra, como en su mantenimiento», según explicó el alcalde Joan Ribó el 8 de septiembre.
Coste
Ambos vehículos costaron en total 304.682 euros (267.336 euros el modelo a prueba de balas y 37.345 euros el de serie). El blindado, además, dado el peso y la potencia, 4.172 centímetros cúbicos, consume nada menos que 20 litros a los 100 kilómetros. Este Audi es de 2004, tiene 84.026 kilómetros y su precio de salida es de 14.860 euros, mientras que el segundo es de 2008, tiene 63.075 kilómetros y se oferta en 18.032 euros.
Dado que hasta el pasado viernes a nadie le había convencido la licitación, se pasó la ITV de ambos vehículos, que había vencido en septiembre. Los técnicos no encontraron defectos y dieron su visto bueno. Pese a ello, esta semana tampoco se recibieron propuestas. Y los A8 de Barberá siguen esperando para conocer su suerte.