La gestora cumple un mes sin aplacar la división interna
La gestora que dirige Javier Fernández cumplió ayer un mes al frente del PSOE en el que su principal tarea ha sido gestionar el debate político que ha desembocado en la abstención a la investidura de Mariano Rajoy, sin lograr aplacar la profunda división que arrastra el partido tras la dimisión de Pedro Sánchez.
El mandato del Comité Federal de facilitar el gobierno del PP y el que no se permitiera una abstención mínima a los partidarios del no a Rajoy han acrecentado el malestar del sector afín a Pedro Sánchez.
A su vez, la decisión de éste de renunciar al escaño para intentar volverse a presentar a la carrera por la secretaría general ha causado enfado en el ahora sector oficialista, por lo que la fractura, lejos de sofocarse, se ha avivado desde el convulso Comité Federal del pasado día 1 en el que la gestora tomó el control del PSOE tras la marcha de Sánchez.
Además de cómo la gestora ha dirigido el partido en el último mes, los ‘sanchistas’ están irritados por el hecho de que aún no haya visos de cuándo se celebrará el próximo congreso en el que se tiene que elegir secretario general y una nueva Ejecutiva.