Iglesias ve el caso Espinar como una vía para derribarle
Avisa de que si la filtración es interna habrá expulsiones.
El diputado de Podemos Ramón Espinar, durante el pleno de la Asamblea de Madrid de ayer. ALVARADO
ander azpiroz | madrid
Pablo Iglesias no solo mantiene su plena confianza en Ramón Espinar, sino que además considera que los ataques contra su candidato para convertirse en secretario general de la Comunidad de Madrid tienen como objetivo socavar su propia autoridad a nivel nacional. Un día después de que se destapara que Espinar se embolsó 19.000 euros por la compraventa de un piso protegido que nunca llegó a ocupar, Iglesias insistió en que el portavoz de Podemos en el Senado no cometió delito alguno, en que la información se ha difundido de forma interesada para debilitar las posibilidades de triunfo de la lista de los ‘pablistas’ frente a la de los ‘errejonistas’ en Madrid y en que «ahora los grupos de presión atacan a Ramón Espinar porque han decidido que es mi candidato».
El líder del partido morado lleva meses apuntando al grupo Prisa como el muñidor de una conspiración para que Podemos no toque poder. Según sostiene Iglesias, la primera fase de la operación consistió en descabalgar a Pedro Sánchez de la secretaría general del PSOE para evitar la formación de un gobierno de coalición progresista. Una vez que esto se ha conseguido, el siguiente paso será hacer lo propio con él mismo en Podemos. La fórmula elegida, según su visión, sería apoyar a sus rivales internos por el liderazgo del partido. Si en el PSOE se respaldó desde fuera al entorno de Susana Díaz, en el caso de Podemos los beneficiarios serían los partidarios de Íñigo Errejón, insinuó ayer Iglesias.
Aunque no nombró en ningún momento a los ‘errejonistas’, Iglesias dio por hecho que existe esa campaña externa a favor del sector que se agrupa en torno a su número dos y que aboga por una estrategia institucionalista moderada frente al giro callejero a la izquierda que defienden los ‘pablistas’. «Evidentemente -resaltó- hay grupos de poder que tienen un interés en que determinadas facciones ganen dentro de Podemos, claro que sí, que hay grupos de poder que tienen interés en que ganen unos y no otros».
El líder de Podemos no está solo en esta teoría de la conspiración. La maniobras contra Iglesias ya fueron denunciadas el jueves por su mano derecha. Según apuntó Irene Montero, Prisa y el Ibex-35 han desatado una campaña de descrédito contra «un Podemos que les preocupa».
El secretario general no señaló a sus rivales internos como responsables de filtrar el negocio inmobiliario de Espinar, pero sí señaló que, de haber existido ‘fuego amigo’, los autores serán expulsados del partido. «No puedo concebir que alguien en Podemos pueda hacer algo así», dijo.
La reacción del sector fiel a Errejón en la polémica en torno a Espinar ha sido el cierre de filas, aunque el portavoz en la Asamblea de Madrid se permitió ayer un atisbo de crítica al reconocer que las informaciones reveladas sobre el portavoz en el Senado «perjudican mucho» a todo Podemos, y no solo al sector fiel al secretario general.
Pese a la polémica levantada, Espinar insistió ayer en que no se plantea renunciar a su puesto de senador ni a dirigir la organización en la Comunidad de Madrid.