Educación recupera la Selectividad y deja sin efecto las polémicas reválidas
efe | madrid
La prueba final de Bachillerato servirá para entrar en la Universidad, será con asignaturas troncales de segundo curso y muy similar a la Selectividad, mientras que las de Primaria y ESO no tendrán que hacerlas todos los alumnos, sino una muestra que elijan las comunidades.
El Ministerio y todas las autonomías llegaron ayer a este acuerdo, que significa la «eliminación de las reválidas como tal», según enfatizó en declaraciones a la prensa la consejera de Extremadura, Esther Gutiérrez, tras reunirse la Conferencia Sectorial durante apenas hora y media. «Es un buen paso, con pasos pequeños se consiguen objetivos grandes», enfatizó Méndez de Vigo en rueda de prensa, que vio a los consejeros autonómicos «muy comprometidos y con ganas de lograrlos».
El Consejo de Ministros aprobará un real decreto-ley con esos cambios, que suponen reformar la Lomce, y que después deberá convalidar el Congreso en el plazo de 30 días, explicó Méndez de Vigo.
Precisó que la evaluación final de Primaria será muestral (no obligatoria para todos los alumnos) y de diagnóstico del sistema, sin perjuicio de que las comunidades decidan que sea censal (para todos los estudiantes) en sus respectivos territorios.
Igualmente, la de ESO, que no tendrá efectos académicos ni siquiera para conseguir el título de Secundaria Obligatoria, será muestral y de diagnóstico.
Los alumnos de FP básica tampoco necesitarán realizar la prueba de ESO para conseguir el título de Secundaria, sino que el profesorado considerará si reúnen las condiciones para ello. Además, el título de ESO será «único», con los mismos efectos sea cual sea el itinerario académico elegido por los alumnos en cuarto curso.