Pedro Sánchez critica en Asturias la falta de "proyecto" de la gestora del PSOE

El exlíder del PSOE Pedro Sánchez reapareció este sábado en Asturias para buscar el calor de la militancia y marcar distancias con la gestora precisamente en la autonomía gobernada por Javier Fernández, su sustituto provisional. El exsecretario general, que ya en la primera parada de su gira por España, en Xirivella (Valencia),dio por caducado el tiempo de la gestora, siguió percutiendo contra la dirección interna. "Un partido político es organización, proyecto político, dirección y liderazgo, y eso hoy por hoy no lo tenemos", señaló.

Ante unas 1.200 personas, Sánchez acusó a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, sin citarla directamente, de querer retrasar el congreso del partido para afianzar su candidatura. "Habrá alguien que quiere que se retrase porque quiere competir en clave interna", proclamó, y a renglón seguido defendió un cónclave inmediato "para unir al PSOE y derrotar a la derecha". "El retraso del congreso no beneficia a ningún socialista, solo a Mariano Rajoy", remachó.

Toda su alocución, en una plaza de la localidad asturiana de El Entrego, fue una enmienda a la totalidad a la labor y pedagogía que trata de hacer la gestora para recomponer el partido. Así, mientras Fernández aboga porque el PSOE haga una "reflexión" antes de abrir las primarias, Sánchez consideró que su partido no tiene por qué "redefinirse", ya que ya tiene "soluciones", como la igualdad, la lucha contra los recortes o el federalismo.

Asimismo, frente a la "centralidad" de la que ahora presume el presidente de la gestora, tras acordar con el PP el techo de gasto, Sánchez reivindicó un PSOE "de izquierdas", que no esté "ni al lado ni debajo del PP, sino enfrente".

ZAPATERO CONTRAPROGRAMA

Por último, en referencia a la necesidad de "coser" las heridas internas que reclama Díaz, aseveró que "para coser el PSOE la mejor aguja y el mejor hilo son la voz y el voto de la militancia". De esta forma, volvió a erigirse en el mejor representante de las bases ("los socialistas de corazón") que no comparten que el PSOE facilitara la investidura del presidente del Gobierno.

Por contra, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, que contraprogramó el acto de Sánchez con otro en León, defendió la abstención que facilitó el desbloqueo con el argumento de que su partido no quiere "que a España le vaya peor" para que a la formación le vaya "mejor".