El Gobierno exige que no se hagan lecturas políticas de la investigación
El Gobierno reclamó a la Generalitat de Cataluña y a las fuerzas independentistas que no hagan lecturas políticas de la investigación judicial a Carme Forcadell y que deslinde la actuación de los tribunales de la oferta de diálogo que tiene sobre la mesa.
El portavoz gubernamental apuntó tras la reunión del Consejo de Ministros que sería «falso e injusto» atribuir a la mano del Ejecutivo la decisión del Tribunal Superior de Cataluña de investigar a la presidenta del Parlament por una presunta desobediencia al Constitucional al permitir la votación de la hoja de ruta de la desconexión con España. Los resortes de la justicia, aseguró Íñigo Méndez de Vigo, «no responden a ningún tipo de presión».
Desde La Moncloa reiteraron que Forcadell no está enjuiciada por permitir un debate sobre la independencia, como ella dice, lo está por desobedecer una resolución del Constitucional, y esa conducta puede ser castigada con la inhabilitación para ejercer como presidenta del Parlamento catalán.
«Nadie puede tener carta blanca para desobedecer las leyes», argumentó el portavoz del Ejecutivo, y menos los cargos públicos, que tiene que hacerlas cumplir.
El Gobierno sabe que la tensión con la Generalitat ha subido unos cuantos grados con el interrogatorio a Forcadell y la decisión del Constitucional de suspender el referéndum, aunque no cree que sea la ruptura definitiva.
La Moncloa, según dijo el portavoz, va a hacer lo que esté en su mano para que Carles Puigdemont «reconsidere» su ausencia de la Conferencia de Presidentes, y Mariano Rajoy reiteró el jueves por la noche su oferta al presidente catalán para reunirse y hablar sobre 45 de los 46 puntos que entregó en La Moncloa. De lo único que no se puede hablar es de la consulta, el plato principal para los soberanistas.
El líder del PP Catalán, Xavier García Albiol, dijo que es «reconfortante» ver a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, declarando en la justicia ya que «se demuestra que el Estado de derecho funciona», pero criticó la «romería» del Govern acompañándola hasta los juzgados.
Albiol lamentó la «situación esperpéntica» en la que se halla la política catalana.