Convergència acusa al Gobierno de atacar el proceso soberanista
La antigua Convergència, refundada en el Pdecat, tiró ayer de manual, despejó el balón todo lo que pudo y trató de quitarse de encima la sombra de la corrupción y del 3%, atacando al Gobierno central, al que acusó de querer combatir el proceso soberanista a través de operaciones policiales.
A pesar de la detención de Francesc Sánchez, hasta hace bien poco un peso pesado de la formación nacionalista desde sus funciones en la secretaría de Organización, ninguno de los primeras espadas de la formación nacionalista salió a dar explicaciones. Los que comparecieron públicamente repitieron el guión de casos anteriores: nada es casual y las operaciones tienen una «intencionalidad política» para frenar el proyecto independentista y tratar de destruir a la formación que ha liderado el camino hacia la secesión desde 2012. En esta ocasión, los convergentes vincularon la redada policial contra el 3% en las obras de Barcelona a un intento del Gobierno central, mediante la Fiscalía y la Guardia Civil, de desmovilizar a los miles de catalanes que el lunes se manifestarán contra el juicio del 9-N contra Mas, Ortega y Rigau. La número 3 del partido, Marta Pascal, empleó las redes sociales para, en clave interna, hacer una defensa cerrada de la formación soberanista. «El Pdecat es un proyecto que ilusiona y que trabaja por una Cataluña mejor. No permitiremos que lo ensucien con ninguna insinuación», expresó. De alguna manera, trató de marcar distancias con el pasado.
«Lo que pasa no es casual. Nos pasa continuamente. Le pasó a Artur Mas antes de unas elecciones catalanas, me pasó a mí en unas elecciones municipales, y nos pasa ahora cuando el lunes un conjunto de personas tienen que ir a declarar», afirmó el exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, que habló de «persecución política». El mandato de Trias está en el ojo del huracán tras la detención de su mano derecha, Antoni Vives, teniente de alcalde y concejal de Urbanismo en la época de CiU. «Llevo muchos años en esto y ya no creo en las casualidades», afirmó el abogado de Vives, que lo es también de Joana Ortega en el juicio del 9-N.
En la misma línea, uno de los históricos del otrora nacionalismo moderado, Jacint Borràs, atribuyó la operación policial con el inicio del juicio contra Artur Mas, el lunes que viene.