Populares en la caja mágica

El buen ambiente del primer día de congreso se vivió en la escenificación de las intervenciones y en los momentos en los que se pudieron ver a los políticos populares, incluidos líderes, por los pasillos del pabellón de la Caja Mágica. Se pudo ver a muchos de ellos. Y, sobre todo, cómo se impone la foto con el móvil e interminables sesiones de selfies que tuvieron, por ejemplo, a Soraya Sáenz de Santamaría un buen rato atendiendo a militantes como si fueran fans. Realmente, a tenor de su empeño, fans eran.

Y aunque se tiene la oportunidad de ver de cerca a los líderes populares, eso sí, siempre será acompañados. Por lo que resultó curioso ver a todo un ministro como Álvaro Nadal sentirse hasta algo perdido cuando después de tener que pararse a saludar, ver que no le esperaba nadie. Como la fiebre de foto con político estaba al borde del delirio fueron escasos los segundos en los que pudo respirar en soledad.

La que se llevó la palma en cuanto a independencia fue Esperanza Aguirre. Lejos de los focos, sentada en un asiento en la primera grada, siguió con atención la jornada, pero, eso sí, no regaló ni un sólo aplauso. Sí hay que reconocer que en los momentos más emotivos, recordando a los compañeros de partido desaparecidos, Isabel Carrasco incluida, y en los que todo el mundo se puso en pie, ella también lo hizo.

Rumbo a las instalaciones de prensa era fácil perderse y algún reportero se perdió. Pero ocurría que en el pasillo más insospechado, de repente, no se veía, pero se oía la voz de Cristóbal Montoro, lo que ayudaba a encontrar rápido el camino. El saludo del ministro era de lo más amable. Celia Villalobos también ejercía de política libre en medio de la sensación de unión. Algo que hacía imposible preguntar a quién quieres más. Porque estaba claro que la respuesta iba a ser que todos se quieren mucho.