El kamikaze del camión se gastó 20.000 euros en una noche
C. Reino | Barcelona
El joven ciudadano sueco, que el martes hizo saltar todas las alarmas en Barcelona por posible atentado terrorista tras robar un camión, se gastó la noche anterior unos 20.000 euros en prostitutas, drogas y alcohol. Una noche de desenfreno que acabó al día siguiente con el presunto kamikaze robando un vehículo de reparto de bombonas de butano y huyendo por una carretera de circunvalación sin prestar atención a todo lo que se le ponía por delante. El consejero de Interior de la Generalitat, Jordi Jané, descartó ayer de nuevo el móvil terrorista y apuntó que el joven se sumió en una especie de «euforia continuada» por la ingesta de muchas drogas que le condujeron a un estado de alteración y a actuar como lo hizo, saltándose un control policial, provocando una persecución durante tres kilómetros y conduciendo en dirección contraria una parte del recorrido.