Rajoy buscará reunirse con Puigdemont para tratar de lograr un acuerdo
p.l.h./c.r. | madrid/barcelona
El diálogo siempre ha existido, es lógico que así sea y vamos a seguir manteniéndolo», dijo ayer el portavoz del Gobierno, Iñigo Méndez de Vigo, sobre el encuentro secreto celebrado el pasado 11 de enero entre el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. La Moncloa se empeña en transmitir el mensaje de que, pese a la repuesta obtenida hasta la fecha, no tira la toalla en su autobautizada operación diálogo, pero el ministro defendió que todo se lleve a cabo con la máxima discreción. Esa será su estrategia en adelante. Sólo cuando haya posibilidad de acuerdo, según fuentes gubernamentales, se celebrará una entrevista oficial.
Las cosas no pintan demasiado bien y, de hecho, aquella cita previa a la Conferencia de Presidentes y desvelada esta semana por La Vanguardia sólo sirvió para constatar las diferencias entre ambas partes. Pero aún así, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha incluido al Pdecat en la ronda de contactos para intentar aprobar los Presupuestos.
Según Carles Puigdemont, Rajoy no quiere dialogar sino «excluirle» de todas las «actividades y diálogos posibles».