«Habrá momento de hablar y hablaré»

Se resiste a iniciar oficialmente su campaña por el liderazgo del PSOE, a pesar de que apenas hay fin de semana, desde hace meses, en el que no se desplace a alguna localidad española fuera de Andalucía. Susana Díaz intenta preservar con ello sus obligaciones como presidenta de la Junta, pero no renuncia a lanzar señales a sus fieles.

«Me parecería feo utilizar el Día de Andalucía para hablar de mí —dijo ayer en un acto de la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en la Comunidad Valenciana—. El PSOE está en pleno debate de su proyecto, pero después habrá momento de hablar del quién y no quepa duda de que lo haré».

Díaz, que fue recibida en el Palau de la Generalitat por el presidente valenciano, Ximo Puig, no renunció en todo caso a defender el trabajo realizado para la ponencia marco del 39º congreso federal del partido y, en concreto, su apartado económico, criticado por Pedro Sánchez. Ella elogió que apueste por el realismo, al tiempo que argumentó que lo que recorre todo el programa es «la economía de la igualdad y al servicio de las personas».