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El debate del PSOE evidencia que Díaz y Sánchez son irreconciliables

El prometido diálogo deriva en un cruce de acusaciones que refuerza a López como pacificador.

Los candidatos a la Secretaría General, Susana Díaz, Patxi López y Pedro Sánchez, durante el debate de ayer en Ferraz. EVA ERCOLANESE

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León

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p. de las heras | madrid

Se llaman «compañeros» pero si algo evidenció ayer el debate de las primarias socialistas es que entre Pedro Sánchez y Susana Díaz no hay reconciliación posible. Los dos prometieron un diálogo «guante blanco» y es cierto que no hubo insultos ni juego sucio pero sí un combate cuerpo a cuerpo en el que Patxi López tuvo la habilidad de evitar ser engullido. El exlendakari abrió su espacio desde el centro del escenario y sacó la cabeza entre los directos que, sin remilgos, se lanzaban de un lado al otro de la sala Ramón Rubial -la de los comités federales- sus oponentes. El problema del dirigente vasco es que corre el riesgo de ser visto como mero árbitro y ya se sabe que el árbitro nunca gana.

No hubo, por lo demás, sorpresas. Los equipos de los dos principales aspirantes a liderar el PSOE habían dejado claro que no esperaban mover voto. Y al salir ayer de Ferraz se ratificaron en sus predicciones. Ni Sánchez ni Díaz brillaron pero tampoco cometieron errores garrafales que es lo que, según los expertos, puede provocar un giro de los acontecimientos cuando los votantes están tan decantados como parecen estarlo en esta ocasión. Los de López, en cambio, se mostraron algo más exultantes. Creen que su intervención sí ha servido para «despertar» a buena parte de la militancia.

Lo cierto es que desde las filas del ‘sanchismo’ se tardó poco en hacerse circular un montaje fotográfico que pinta al diputado vizcaíno, el más relegado en intención de voto según los avales, como «el guardaespaldas» de Susana Díaz, el Kevin Costner que protege del peligro a una Whitney Houston andaluza aupándola en sus brazos. Un modo de alentar la idea de que votarle a él es hacerlo por la presidenta de la Junta de Andalucía y provocar una fuga de votos entre sus simpatizantes a favor del exlíder.

Batalla por el relato

El propio Sánchez intentó algo similar durante el debate. La clásica apelación al voto útil. «Tu proyecto es nuestro proyecto, Patxi», dijo tras recordar que ha incluido las principales propuestas del exlendakari en su programa; sobre todo, en lo que se refiere al modelo de partido. «Me parece muy bien, Pedro, que si no tienes ideas cogieras las mías, pero no se trata sólo de eso». Hubo así, entre ambos, algunos dardos significativos. Pero nada comparable a los que se arrojaron entre los otros dos, ya enemigos íntimos. Una batalla a cara de perro por el relato.

El exsecretario general reprochó a la presidenta andaluza que, apenas dos meses después de haber sido elegido, ya le declarara la guerra. Díaz replicó: «Tu problema no soy yo, Pedro. Si lo hubiera sido yo se habría acabado hace mucho tiempo. De tu ejecutiva sólo te apoyan siete personas; no tienes a ninguno de tus portavoces; Zapatero ya no se fía de ti, Felipe González piensa que lo has engañado… Deberías hacértelo ver».

Si, como cabía esperar, el exsecretario general trató de cabalgar todo el debate a lomos de la abstención en la investidura de Mariano Rajoy «sin atender a lo que reclamaban los militantes en las asambleas locales», la favorita de la vieja guardia, de la mayoría de los presidentes autonómicos y de parte de la militancia puso todo su empeño en dejar claro que Sánchez no defiende a nadie más que a sí mismo.

Díaz y Sánchez también se enzarzaron a cuenta del concepto de «nación» aplicable a comunidades como Cataluña, el País Vasco o Galicia y de la relación con Podemos. Y fue en ese bloque en el que a Díaz se le escapó una de las perlas del debate: «No mientas, cariño», le espetó cuando él apuntó que, pese a sus reproches, también ella aceptó en el pasado que España es una nación de naciones. La discusión dio pie a otro asunto clave de la campaña, los vaivenes que ha dado Sánchez en asuntos como ese desde que fue elegido líder del partido en 2014 hasta hoy.