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Un hijo de Pujol justifica haber ocultado la fortuna por un presidente «first class»

Publicado por
León

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efe | barcelona

Josep Pujol Ferrusola, el tercer hijo de Jordi Pujol y Marta Ferrusola, afirmó ayer que valió la pena que Cataluña tuviera durante 23 años un presidente de la Generalitat «first class», como a su juicio fue su padre, por el «pequeño pecado» de haber ocultado que la familia tenía cuentas en Andorra.

En una entrevista en Catalunya Radio, Josep Pujol reconoció que la familia quería que este dinero, un legado inicial de dos millones de dólares de su abuelo Florenci, se mantuviera oculto porque «no podíamos explicar que los hijos del presidente de la Generalitat tenían dinero en Andorra».

En su opinión, ello habría supuesto el fin de la carrera política de su padre, por lo que «nosotros no teníamos otra opción» y «este es nuestro pecado», consideró Josep Pujol.

«Si me preguntas qué prefieres, si 23 años de un presidente de la Generalitat ‘first class’, de primera división, como el que hemos tenido y el pequeño pecado que hemos tenido que mantener por una herencia» o renunciar a este presidente de la Generalitat, yo me quedo con la primera opción», dijo Josep Pujol, quien añadió que, no obstante, «la gente de Cataluña decidirá si lo que ha hecho Jordi Pujol por este país ha valido la pena o no».

«Hace sus negocios»

Josep Pujol aseguró que, tras repartirse la herencia que les legó a él, a su madre y a sus hermanos su abuelo Florenci, y que administraba su hermano Jordi Pujol Ferrusola, ellos no recibieron «nada de Jordi, que hace sus negocios y hace sus inversiones», unos movimientos que no conoce porque «nunca hemos hablado de trabajo entre nosotros».

Preguntado por si puede poner la mano en el fuego por su hermano Jordi, en el sentido de que no haya cometido delitos con sus negocios, aseveró que «obviamente, no puedo ponerla» pues «no sé exactamente qué hace» con sus inversiones.

Josep Pujol corroboró que el dinero que tenía la familia en Andorra procedía de la fortuna de su abuelo, unos «negocios grises» que, «aunque no lo sabemos todo», hizo en los años 70 «con operaciones de compraventa de divisas», pues era corredor de bolsa, mientras que su padre hizo su propia fortuna.