La fecha y la pregunta del referéndum, en dos semanas

cristian reino | barcelona

Un día después de que la sociedad civil secesionista presionara para que Carles Puigdemont anuncie ya la fecha y la pregunta del referéndum y ponga en marcha la vía unilateral, el Gobierno catalán movió ayer ficha y convocó a las formaciones que son favorables al derecho a decidir a una cumbre hoy para empezar a tomar decisiones hacia la ruptura unilateral. La más inminente es ponerle fecha definitiva a la consulta y acabar con las especulaciones. La consejera de la Presidencia, Neus Munté, trató de calmar a la ANC y Ómnium, que tienen prisa y aprietan para que nadie afloje ni un milímetro, y señaló que en una o dos semanas se sabrá la data y la pregunta. Se baraja el 1 de octubre como ‘día D’ de la votación, aunque Puigdemont dijo que no tenía de momento ninguna decisión al respecto. Sobre el enunciado, sólo se sabe que no será tan complicado como el del 9-N que hacía dos preguntas encadenadas y que se cuestionará sobre si se desea que Cataluña se convierta en un Estado independiente o una república independiente, según los gustos de unos y otros.

Puigdemont ya dijo en su día que la decisión en torno a la fecha y la pregunta debía tomarse de manera colegiada y que correspondía al conjunto del movimiento soberanista ponerse de acuerdo. La reunión de hoy, a la que acudirán el Pdecat, Esquerra, Junts pel Sí, la CUP y Podemos -todos los partidos que apoyan el referéndum- debe servir para «avanzar en la toma de decisiones conjuntas», según el Ejecutivo autonómico. «Corresponde valorar desde las formaciones políticas cómo es posible que desde el Gobierno del estado se dé la espalda al 80% de la ciudadanía de Cataluña, que es favorable y que quiere un referéndum», según Munté. Las encuestas señalan que entre el 70 y el 80% de la población catalana está de acuerdo con que se le consulte en una votación sobre la independencia, en cambio, las formaciones que defienden el derecho de autodeterminación tienen el 60% de los diputados de la Cámara catalana y representan al 56% de la ciudadanía.

El encuentro entre los principales actores del soberanismo abordará, según Munté, el análisis de los últimos acontecimientos políticos, desde la oferta lanzada por el presidente de la Generalitat para que Rajoy se siente a negociar un referéndum, a sobre todo las respuestas del Gobierno central: el jueves dio un portazo por carta a la consulta y el sábado desde Sitges el presidente del Ejecutivo cerró la puerta de manera definitiva a autorizar un referéndum. «Esto requiere dar pasos adelante, tomar decisiones y que éstas no se puedan demorar», según la portavoz del Palau de Generalitat. La determinación que reclama el mundo secesionista a Puigdemont es que pulse la palanca del referéndum a la brava. «Lo que hará el Gobierno de Cataluña es mantener su firmeza en relación a la convocatoria del referéndum porque entendemos que somos depositarios de un compromiso al que no vamos a fallar», dijo Munté.

La consejera de la Presidencia aseguró además que cuenta con la asistencia de Catalunya en Comú, la formación de Ada Colau, que apoya la consulta aunque en principio rechaza la independencia.

Independentistas y comunes coinciden en que Cataluña debe celebrar una consulta, pero la izquierda alternativa de Colau ya no está tan de acuerdo en la vía unilateral, aunque sectores como Podemos sí la avalan.