Diario de León

Europa cierra las puertas al aval que busca Puigdemont

El Consejo de Europa aclara que la consulta ha de estar pactada con el Gobierno.

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C. Reino | Barcelona

Carles Puigdemont sigue sin encontrar aliados internacionales que avalen su plan de celebrar un referéndum unilateral. Dos meses después de que el Carter Center, la organización del expresidente de EE UU Jimmy Carter, rechazara involucrarse en el proceso soberanista, la Comisión de Venecia ha cerrado las puertas al líder de la Generalitat.

El órgano consultivo del Consejo de Europa, que asesora a los Estados miembros en asuntos constitucionales y en materia de referendos, ha remitido una carta al presidente catalán en la que apunta que la consulta debe «llevarse a cabo de acuerdo con las autoridades españolas» y respetando el marco constitucional. Dos condiciones que con toda seguridad no cumplirá la posible votación del próximo 1 de octubre, que contará con apoyos muy justos a nivel interno (los de Junts pel Sí y la CUP, que suman la mayoría de escaños pero no de votos) y ninguno externo.

El Parlamento de Cataluña aprobó hace un mes, con los respaldos de Junts pel Sí y Catalunya sí que es Pot y la abstención de la CUP, una resolución que instaba a la Generalitat a buscar el aval de la Comisión de Venecia para poder celebrar el referéndum. Fue un movimiento de última hora de los comunes con el fin de condicionar su eventual respaldo al proceso; un apoyo que no acaban de otorgar, aunque tampoco se desmarquen por temor a que se les sitúe en el mismo frente que el PP y Ciudadanos.

La carta

Puigdemont envió el miércoles pasado una carta a este organismo internacional, pero ni siquiera solicitó el aval a la consulta, sino que se limitó a pedir la «colaboración» en el proceso soberanista catalán y a informar de la negativa de Mariano Rajoy a negociar. La respuesta de la Comisión de Venecia, tres días después, sitúa a Puigdemont ante el espejo: o pacta el referéndum, lo cual es casi imposible porque el Gobierno ya le ha cerrado todas las puertas, o difícilmente encontrará aliados más allá de los límites de la comunidad catalana.Además, si bien la Generalitat pretende una votación con efectos vinculantes, la unilateralidad implica que la consulta no podrá diferir mucho de la del 9 de noviembre de 2014, con escasas consecuencias políticas. «Cualquier referéndum —establece el presidente de la Comisión de Venecia, Gianni Buquicchio— debe llevarse a cabo de plena conformidad con la Constitución y con la legislación aplicable». De manera que el órgano del Consejo de Europa insta a Puigdemont a negociar con el Ejecutivo.

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