Acercar a los presos de ETA, «impostergable» para el Gobierno Vasco
Jonan Fernández pide atender «prioritariamente las problemáticas de mayor incidencia humanitaria».
El secretario general de Paz y Covivencia, Jonan Fernández, ayer en rueda de prensa. A. RUIZ DE HIERRO
efe | vitoria
Fernández compadeció ayer en rueda de prensa en la sede de la Presidencia Vasca en Vitoria para analizar el debate del autodenominado Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK), que terminó con una votación en la que el 73% de los reclusos de ETA se pronunciaron a favor de acogerse a las vías que marca la ley para conseguir la excarcelación.
El responsable de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Ejecutivo autonómico destacó que es «un paso positivo y significativo en la buena dirección» porque supone un avance para crear un «contexto favorable» a un cambio de la política penitenciaria por parte del Gobierno central.
A su juicio, este cambio debería contemplar el acercamiento de los presos de ETA a cárceles próximas a sus entorno familiar y que se atiendan «prioritariamente las problemáticas de mayor incidencia humanitaria».
A preguntas de los periodistas, señaló que este tema debería estar entre las cuestiones que tratar si se celebra la reunión que el lendakari, Iñigo Urkullu, ha pedido al presidente del Gobierno central.
Ante el hecho de que el 27% de los presos hayan rechazado las vías individuales o no se hayan pronunciado, Fernández no ha querido analizar si en un futuro podría conllevar una escisión de este colectivo y ha hecho hincapié en que «el apoyo a las vías legales es mayoritario, y eso es lo que tiene peso y valor».
La carta
Asimismo, recordó la carta que el lendakari envió recientemente a cada uno de los presos de ETA en respuesta a la misiva que le remitieron previamente y en la que le reclaman su implicación para que se produzca un acercamiento a las cárceles vascas.
En su escrito, el lendakari señalaba su apuesta «clara» por el acercamiento y por una solución «humanitaria» y legal para los reclusos enfermos y subrayaba la necesidad de una «aportación» de los presos de ETA y de su entorno político.
Por ello, el lendakari les pedía autocrítica por las violaciones de los derechos humanos en los que estuvieron implicados y mostraba su deseo de que el debate interno de los reclusos de la banda se tradujese pronto en avances cualitativos.