Hallan 100.000 euros y una pistola en el registro a un investigado en Púnica
El juez del caso dividió la causa en 14 piezas separadas para agilizar el juicio .
mateo balín | madrid
El caso Púnica, la gigantesca red de tráfico de influencias que afecta a administraciones de varias comunidades, fue dividido en 14 piezas separadas por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco antes de que abandonara el juzgado. Su objetivo era agilizar la instrucción de la trama corrupta y el enjuiciamiento de las partes del procedimiento más avanzadas (el primer juicio se celebrará en noviembre y se verá el presunto ‘chivatazo’ de dos guardias civiles a Francisco Granados, exsecretario general del PP de Madrid, a quien la Fiscalía reclama tres años de prisión por aprovecharse de la revelación de secretos de los primeros sobre esta investigación).
Esta pieza es la número uno, llamada Talamino, en ‘honor’ al apellido de uno de los dos agentes juzgados. Mientras que la número catorce, quizá la más importante en virtud del dinero público supuestamente malversado, se refiere a la investigación de Arpegio, la sociedad pública de la Comunidad de Madrid dedicada a la promoción industrial de suelo y a la inversión regional de todo tipo de obras y servicios. Esta pieza es la conocida como Ramo III.
En una de estas intervenciones a los principales investigados en la pieza de Arpegio, los agentes de la UCO se llevaron una buena sorpresa durante los registros del domicilio y despacho del empresario Adolfo Fernández Maestre. Aparecieron 100.000 euros y un arma corta modelo Llama, para la que no tenía licencia. Los agentes lo comunicaron al juez Velasco.