CARLOS ESTEPA DÍEZ. medievalista investigador del csic
«Lo novedoso del Fuero de León fue su extensión a todo el reino»
Profeta fuera de su tierra. Carlos Estepa es uno de los medievalistas más reconocidos de España. En 1993 cambió la cátedra en la Universidad de León por el puesto de investigador en el CSIC. El milenario del Fuero de León le ha traído de nuevo a la capital del viejo reino para hablar del singular acontecimiento histórico que tiene como novedad principal el hecho de que trascendió a la ciudad y se hizo extensivo a otros territorios
ANA GAITERO | TEXTO
RAQUEL P. VIECO | FOTO
Es una de las personas que mejor conoce el León Medieval y una voz crítica frente a lo que considera afán de que toda esta época gire en torno a la palabra León. Carlos Estepa no reniega de su tierra, aunque le hayan acusado de «estar al servicio de poderes ocultos de Castilla y León», pero considera que su deber de historiador está por encima «de lo que guste». Un cartel con el gallo de San Isidoro y otro de Alfonso VIII decoran el despacho de Carlos Estepa en la calle Serrano de Madrid. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) es su lugar de trabajo desde hace 24 años. Nacido en León en 1949, estudió Historia en una época en la que no había especialidades y ahora es uno de los medievalistas más reputados de España. Dio clase en varias universidades y fue catedrático en la de León antes de que, en 1993, se incorporara al Departamento de Estudios Sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), donde desarrolla su labor investigadora. Es la máxima autoridad en los estudios de cómo se configuró la Corona de Castilla bajo el reinado de Fernando III el Santo y en una época, el siglo XIII. Mantiene un estrecho contacto con compañeros de la Universidad de León, donde fue catedrático de Historia Medieval hasta que se marchó a Madrid. El departamento de Historia de la ULE le invitó re a hablar sobre el Fuero de León con motivo del milenario. Estepa, hombre más de academia que de medios, se muestra partidario de «conocer bien» los textos medievales antes de que de celebraciones.
—¿Qué significado histórico tiene el milenario del Fuero de León?
—Tiene un significado muy relevante porque es cuando se organiza la ciudad de León. La concesión del Fuero de León en una asamblea con los obispos y los magnates celebrada a finales de 1017 en León es sin duda un importante acontecimiento histórico en el conjunto de los reinos hispánicos medievales. Se cierra la etapa astur, que concluye en 1037. Gracias a las conquistas el primitivo reino se desplazó hasta León y hacia el sur hasta el Duero.
—¿Está definitivamente confirmado que fue en el 1017 cuando se redactó? Claudio Sánchez Albornoz hablaba del 1021.
—Sí, 1017. Después de un período problemático pues a finales del siglo X había habido las incursiones de Almanzor conta la ciudad. Se había producido una cierta despoblación y sobre todo una desorganización social y política. Alfonso V era un niño cuando inicia su reinado y duró un tiempo en consolidar su poder. Prácticamente, en esos momentos cuando ya ha conseguido organizar y controlar el reino es cuando tiene lugar la concesión del Fuero de León. Este fuero es muy importante porque no solamente lo es para la ciudad. Una buena parte del Fuero de León son las llamadas leyes territoriales.
—O sea que trasciende a la capital del reino.
—Es un texto del que nos han llegado dos versiones, la ovetense y bracarense. Una parte está dedicada a todo el reino y una parte específicamente a la ciudad de León, donde se incluyen las cosas más concretas que tienen que ver con el mercado, la actividad de los artesanos y las normas para regir la vida en la ciudad. Lo demás afecta a distintas instituciones y personas en el conjunto del reino, con excepción de Castilla.
—¿Por qué no afectó el Fuero a Castilla?
—Castilla en teoría pertenecía al Reino de León pero en la práctica era un estado independiente y por tanto las leyes territoriales se dictaban para León, Galicia y Asturias, básicamente. Desde mediados del siglo X el condado de Castilla tenía un poder político independiente. Hubo una relativa desconexión respecto a León en los territorios entre el Cea y el Pisuerga.
—Hay quien considera el Fuero de León como un antecedente lejano de los derechos de la ciudadanía que se conseguirían con la revolución francesa. ¿Comparte esta idea?
—Eso no tiene ni pies ni cabeza. La revolución francesa trata precisamente de romper el orden feudal y dar un orden a la burguesía y aquí nos encontramos simplemente con la reglamentación más elemental de un núcleo urbano para la época.
—¿Supone un avance en su tiempo estrictamente?
—Los preceptos del Fuero de León son muy elementales: cosas relativas a la propiedad y al desenvolvimiento de las actividades comerciales, panaderos, artesanos... No se puede comparar siquiera con los desarrollos que hay a lo largo de la Edad Media.
—Sin embargo, aborda temas como el de la inviolabilidad del domicilio que parecen muy avanzados para la época.
—Sí, pero eso se encuentra en otros fueros. Son cuestiones bastantes elementales.
—¿Y en lo referente a la mujer?
—Recoge que a la mujer no se le puede juzgar sin presencia de su marido, lo cual viene a reafirmar su dependencia de éste.
—Entonces, ¿cree que se ha magnificado?
—En cierto modo, se magnifican estos acontecimientos. Hay que tener en cuenta que la sociedad no es estable, es dinámica y hay una evolución.
—¿Qué significado tiene para la actualidad?
—Ninguno, no vamos a aplicar las cosas que se dicen ahí. Sería ridículo. Lo primero que hay que hacer es leerlo y ver que eso es algo que ocurrió en otra época. Decir que hay que establecer los pesos y medidas en la Catedral no creo que sea una cosa realizable hoy en día.
—Fue una ley orientada a repoblar la ciudad de León. ¿Cumplió su objetivo?
—Eso sí, la parte urbana que se refiere a la ciudad facilita la aparición de población. Aunque no sabemos hasta qué punto la ciudad estaba tan destruida y despoblada como se ha creído después de las campañas de Almanzor.
—A su juicio, ¿cuál es el aspecto más relevante del Fuero de León?
—Lo más relevante es que se trata del primer testimonio de leyes generales. Esto es una novedad.
—¿Es más importante la reunión de las Cortes de 1188?
—El Fuero de León tiene una relevancia histórica innegable. En cuanto a la famosa reunión de la Curia de 1188, el texto en el que se basa la celebración de esa reunión, aunque sé que es políticamente incorrecto, podría ser falso.
—No le he entendido bien. ¿Qué quiere decir?
—Está demostrado por un documento de Alfonso IX que hubo una Curia, pero lo no sabemos es que el texto del Decreta sea de esa Curia. Yo creo que es de otro momento.
—¿En que se basa?
—A ese texto le falta algo tan elemental como la frase habitual de «se convoca a las ciudades y villas» que sí aparece en otras asambleas como la de Benavente de 1202. Es sospechoso que solo mencione a las villas.
—Entonces, ¿cuáles son las primeras Cortes?
— No tiene sentido pensar que hay una reunión con participación de elementos burgueses pero no hay una continuación. La consolidación de la corte no se produce hasta Alfonso X, con el que ya hay procuradores y reuniones de Cortes.
—Lo cierto es que en 1188 hubo una reunión en San Isidoro...
—Que haya una reunión carece de relevancia. Se pueden celebrar reuniones y no ser Cortes. También hay una reunión convocada por Alfonso VII en 1135. Lo realmente importante y relevante es ir viendo los antecedentes que tiene en el lugar la participación del clero, la nobleza y también las élites urbanas. Desde este punto de vista puede ser incluso de más relevancia la coronación de Alfonso VII.
—Pues se celebró el VIII Centenario de esas Cortes. Creo que usted participó en él.
—Participé y como se puede imaginar no fui muy bien visto. Inevitablemente se tiende a pensar que lo de uno es lo mejor y lo primero. Yo he sido acusado de estar al servicio de poderes ocultos de Castilla y León.
—¿Y lo está?
-Naturalmente que no. Me dedico a la Historia.
—¿Entonces no considera que la reunión de 1188 fuera un hito que avale a León como Cuna del Parlamentarismo?
—En la investigación histórica no se funciona así. La evolución histórica es distinta . Pero lo cierto es que no hay ninguna fuente que resalte. Ni Lucas de Tuy, que narra lo que estaba ocurriendo en León hace referencia a algo que era de tanta importancia, lo cual quiere decir que para los contemporáneos era algo normal y corriente.
—Pues los Decreta forman parte del registro de la Memoria del Mundo de la Unesco.
—Pero eso no lo informó un experto. La Unesco puede decir lo que quiera. Los historiadores debemos tener una opinión basada en nuestra profesión. No llegar a determinadas conclusiones y estar al albur de lo que guste o no guste.
—¿Entonces está más justificado celebrar el Fuero de León?
—Se necesitan celebrar cosas, pero en eso los historiadores no pintamos nada. Son otros elementos los que deciden.
—Pero tendrán que basarse en algo.
—Siempre hay quien encontrará los motivos.
—Entonces del grial, ¿qué me dice?
—Como ya le contesté en otra ocasión, eso trasciende las cosas más elementales y todas las líneas rojas. Es un mito y no merece más comentarios. Hay un investigador francés que ya ha dejado claro que no tiene ninguna apoyatura científica y es una deformación total de la función de la historia.
—Margarita Torres también es historiadora.
—Dada la deriva que ha tomado, yo lo dudo.
—¿Fue alumna suya?
—Sí.
—¿Y cómo la recuerda?
—Yo le di notable, digamos que fue una alumna buena, no excelente.
—Dicen que a San Isidoro le ha venido bien.
—Eso tampoco sería negativo. Es bastante común esa tendencia a mirarse el ombligo que no es muy afortunada. En León tenemos suficientes cosas, sin ir más lejos la Catedral, como para buscar otras.
—¿El Estado de las Autonomías ha incrementado estas confusiones históricas?
—Se han suscitado problemas que en otro momento no habrían tenido importancia. Problemas que no existían hace 50 años porque no había instituciones autonómicas y todo se movía en horizontes provinciales y en el nivel de las diputaciones provinciales.
—¿Considera correcto el término de comunidades históricas que se atribuye solo a algunas cuando existió un reino como el de León muy anterior?
—Es erróneo. Histórico es todo. Pero incluso el reino de León no se corresponde con la región actual ni con la provincia de León. Tiene otra estructura y no solo es territorial. En aquella época los territorios no tenían la importancia que se le da ahora. Lo que era importante era el rey no tanto el reino de León o Castilla. No había una visión de comunidad política. Todo giraba en torno al rey y los súbditos. El reino de León, al sur del Duero, era la Extremadura. La denominación de los territorios cambia con el tiempo.
—Sí, pero hasta el punto de que se diga que el reino de Cataluña acogió las primeras cortes...
—Cataluña nunca ha sido reino. Existía el reino de Aragón y el condado de Barcelona, o más bien, el rey de Aragón y el conde de Barcelona. Pero cuando se tienen ciertos propósitos hay que inventar mucho. La denominación de Cataluña aparece en el siglo XII.
—¿Cree que León está donde le corresponde como parte de Castilla y León?
—No me corresponde decirlo a mí.