Rivas acata el ultimátum judicial y entrega a los dos niños a su padre

Alfonso Torices | Madrid

Juana Rivas puso ayer fin a más de un mes de pulso con la justicia. La madre de Maracena, acorralada desde hace días, acató el ultimátum que le lanzó el jueves la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Granada, Angeles Jiménez, y entregó a sus dos hijos, de 3 y 11 años, a Francesco Arcuri, su expareja y padre de los niños, de cuyo domicilio familiar en la población italiana de Carloforte se los llevó hace ahora 15 meses.

Empujada por la juez, que la advirtió explícitamente de que estaba dispuesta a dictar cualquier medida que fuese precisa para garantizar la restitución de los niños en caso de nueva desobediencia, Rivas cumplió finalmente con lo dispuesto en la sentencia firme del Juzgado de Familia número 3, que le exigió el 26 de julio sin éxito que los menores retornasen con Arcuri a Italia, de donde decretó que la mujer, que acusa a su expareja de malos tratos, los había sustraído ilegalmente.

Jiménez fijó tope para la entrega de los niños a Arcuri, ayer, a las 17:00 horas, en un punto de encuentro familiar que la Junta tiene en Granada. Pese a que Rivas estuvo ilocalizable entre el jueves y el domingo, esta mañana, pasadas las once, compareció junto a sus hijos en la comandancia de la Guardia Civil y entregó a los niños seis horas antes del límite. Los menores llevaban en paradero desconocido 33 días, pues ni siquiera cuando hace una semana se presentó ante el juez de guardia para paralizar la orden de detención contra ella quiso desvelar dónde estaban sus hijos.

La entrega se produce después de que que Rivas agotase todos los recursos ante los tribunales españoles sin lograr paralizar la sentencia y de que Jiménez ampliase la imputación por sustracción de menores que pesa sobre ella a su familia y a su asesora.

Hacia Carloforte

Arcuri, que llegó a la comandancia pasadas las 13:30 horas, se marchó hora y media después con sus hijos en un todoterreno conducido por otra persona. Su intención es regresar con los niños a Carloforte de inmediato, en cuento cumplimente los trámites administrativos que permitan el traslado.

El futuro jurídico del caso Rivas se dividirá ahora entre Italia y España. Será un juzgado de familia del país vecino quien en los próximos meses decidirá la situación en que quedan los menores, su custodia —que provisionalmente tiene el padre—, el régimen de visitas, e, incluso, si hay variaciones en la patria potestad. De hecho, tanto Rivas como Arcuri están citados para una vista el 31 de octubre, en la que se despejarán muchas de estas incógnitas. Los servicios sociales del país vecino también han adelantado que supervisarán la situación de los menores desde el mismo momento que lleguen a Italia.